Necesaria y urgente intervención del Estado en mercado de alimentos

20 julio, 2014 | : Monopolios y competencia, Empresas

PolíticaAgrícolaAlimentosSaludables3• Urge enfrentar el control de monopolios y dirigir recursos a la producción de alimentos saludables de nuestra dieta tradicional.

• El consumo de frijol, uno de los alimentos más nutritivos, ha descendido en más de un 50% entre los mexicanos. Los productores reciben $6 pesos por kilo y los consumidores pagan $20 pesos o más por kilo.
 

20 julio 2014. Los consumidores demandamos disponibilidad y acceso a alimentos nutritivos a precios justos como condición indispensable para combatir la epidemia de obesidad y diabetes que afecta a más del 70% de la población adulta y causa la muerte de más de 80 mil personas y la amputación de miembros en más de 75 mil al año. Al mismo tiempo, exigimos pago justo a los productores, una condición fundamental para combatir la pobreza en el campo.

El Poder del Consumidor y AlConsumidor —organizaciones sociales integrantes de la ALIANZA POR LA SALUD ALIMENTARIAse suman a las demandas de las organizaciones de productores del campo para exigir a los gobierno federal y estatales una política integral que garantice la producción y acceso a alimentos nutritivos para la población mexicana, estableciendo:

1. Una empresa pública que compita con los monopolios establecidos en el acopio, la comercialización y las ventas al menudeo de los productos del campo. Unas cuantas empresas están imponiendo el bajo precio de compra a productores y el alto precio de venta a consumidores en gran parte del mercado de alimentos. Sólo con la participación de una empresa pública se podrán bajar los precios provocados por los monopolios y los intermediarios, garantizando mejores pagos a los productores y más bajos precios a los consumidores.

2. Dotar de recursos suficientes al campo para fortalecer la producción de medianos y pequeños productores de alimentos básicos y de gran valor nutritivo que son parte de la dieta tradicional de los mexicanos, en especial de maíz, frijol, amaranto, frutas y verduras, además de arroz, trigo, leche, entre otros. El consumo de frijol, uno de los alimentos más nutritivos, ha descendido en más de un 50% entre los mexicanos. Los productores reciben $6 pesos por kilo y los consumidores pagan $20 pesos o más por kilo.

3. El gobierno debe fortalecer, con base a la evidencia científica, la regulación de las empresas que promueven el consumo indiscriminado de la comida chatarra, con el fin de proteger de manera efectiva a los consumidores y, en especial, a la infancia. La regulación actual de etiquetado y publicidad es muy débil, ya que fue elaborado con criterios de la propia industria y no por los institutos de salud y nutrición del país.

Ninguna regulación será efectiva para promover una alimentación adecuada entre la población mexicana que tiene los mayores consumos de refresco y comida chatarra en el mundo si no se garantiza el acceso y disposición de alimentos nutritivos.

4. Exigimos, junto con los productores agrícolas, la intervención de la Comisión Federal de Competencia Económica para que establezca las medidas regulatorias necesarias para sancionar de manera efectiva y disuasoria la colusión de empresas monopólicas que controlan el mercado especulando con los precios, abusando de los consumidores y castigando el precio a los productores.

“No podrá enfrentarse la emergencia nacional en salud que vivimos sin elevar la competencia y el bienestar de los productores y consumidores en el mercado de alimentos. Demandamos la intervención del Estado como regulador y participante en el mercado de alimentos”, señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.

En tanto, Daniel Gershenson, presidente de AlConsumidor declaró: “Es absolutamente indispensable que el Estado mexicano recupere su vocación social. En temas como el de la autosuficiencia agrícola, la desigualdad y la protección de nuestros alimentos —como en muchos otros— éste privilegia una visión perniciosa y cien por ciento corporativa, donde las necesidades ingentes de amplios sectores son supeditadas a criterios comerciales. Requerimos de herramientas fuertes que garanticen la producción de alimentos sanos a precios justos. El apoyo activo de la ciudadanía debe ser fundamental”.

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