Consumidores de A.L. enfrentan a Bimbo

Panamá. El 6 de febrero de 2009, dos organizaciones de consumidores presentaron una denuncia penal y otra administrativa en contra de la panificadora Bimbo, por prácticas de publicidad engañosa en perjuicio de la salud de la población al afirmar que su pan es “100% integral”. Estas denuncias fueron presentadas en el marco del nuevo Código Penal, que reconoce como delitos las violaciones a los derechos de los consumidores.

Pedro Acosta, secretario de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (Uncurepa), explicó que las etiquetas del producto intentan hacer creer a los consumidores, en especial a personas que siguen dietas estrictas, que el pan es 100% integral. Añadió que es necesario determinar si el pan es elaborado con harina coloreada, una violación a la norma que podría acarrear a los responsables condenas de uno a tres años de cárcel.

Por su parte, el jurista Giovanni Fletcher, dirigente del Instituto Panameño de Derechos de los Consumidores y Usuarios (Ipadecu), señaló que la denuncia obliga a las autoridades locales a iniciar un proceso judicial y realizar pruebas en laboratorios para determinar el contenido del pan de Bimbo.

Las autoridades panameñas tendrán de cuatro a seis meses para dictar su fallo.

Venezuela. Luego de exigir en 2008 que Bimbo modificara el rotulado de su pan “integral”, el Movimiento Iniciativa de los Consumidores (MIC) obtuvo algunos resultados. Por una parte, MIC cuestionaba la veracidad del rótulo “alto contenido en fibra”. A esto, Bimbo respondió que su pan incluye 8% de fibra dietaria, es decir, 1.8 gramos en cada rebanada de 23 gramos. Esto, en consideración de la empresa, es un alto contenido ya que la norma venezolana recomienda un consumo diario de 18 gramos de esa fibra (el equivalente a 10 rebanadas de pan).

Asimismo, MIC cuestionó que el pan fuera realmente de harina integral, ya que le adicionan salvado, gluten y fibra, elementos que contiene el grano de trigo integral. Bimbo respondió que la norma venezolana acepta como pan integral aquel que contiene al menos 25% de harina integral de trigo y argumenta que su pan contiene 55%, tras sumar la harina refinada y todos los elementos añadidos a la misma relacionados con el grano de trigo (salvado, gluten, fibra).

Aunque Bimbo sostiene que cumple con la normatividad venezolana, realizó modificaciones en el empaque informando, por ejemplo, que se trata de harina “restituida”, a partir de harina refinada a la cual se añade salvado, grano de trigo y fibra de trigo. Y retiró el rótulo “100% grano de trigo”.

Perú. Tras las sanciones impuestas a Bimbo por el Tribunal de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual, la panificadora solicitó una reunión con la parte demandante, la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios, para mostrarle los cambios realizados en el empaque del pan “integral”.

“Les hemos exigido que demuestren que esta nueva versión es verdaderamente pan integral”, comentó Jaime Delgado. El activista explica que la harina reconstituida no es igual a la harina integral, ya que la harina refinada pasa por un proceso químico para uniformizarla y blanquearla, además de ponerle preservantes, con lo cual pierde el 80% de sus micronutrientes. “Por más que después le adicionen el salvado y el germen, ya es una harina empobrecida”, advierte.

La reunión entre Bimbo y Aspec ocurrió después de que la panificadora se hiciera acreedora a una multa de $100,000 dólares por engañar a los consumidores peruanos con un falso pan integral y se le ordenara retirar su producto del mercado hasta que ofreciera la información adecuada al consumidor. Esto ocurrió el 21 de enero pasado, en respuesta a una denuncia presentada a principios de 2008.

El Tribunal de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual consideró que “la conducta atribuida a Bimbo constituye una infracción grave”.

México. Funcionarios de Bimbo solicitaron una reunión con El Poder del Consumidor para analizar los cuestionamientos a sus panes «integrales». La reunión se llevó a cabo el viernes 6 de febrero. En ella, los representantes de Bimbo afirmaron: que en caso de haber fallas en la declaración de ingredientes de los panes «integrales», las corregirán a corto plazo; que ya están adoptando medidas para reelaborar su etiquetado; que han mejorado sus productos pero no han hecho públicas esas mejoras; que Bimbo no engaña a los consumidores; que su pan «integral» está dentro de las tendencias del mercado; que en todo el mundo se produce pan integral a partir de harina blanca refinada a la que se añaden “reconstituyentes”; que cada semana distribuyen de 26 a 30 millones de paquetes de pan en México; que las denuncias de El Poder del Consumidor han sido parciales o no han contado con suficiente información.

EPC le demandó a Bimbo: a) que coloque información veraz y explícita para el consumidor en los empaques del pan que comercializan como “integral”; b) que haga pública su postura respecto a la nueva norma oficial para pan integral, que actualmente discute la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), pues en la elaboración de las normas tiene un peso fundamental el sector productivo; c) que hagan pública su disposición a que la discusión de esa norma sea abierta al público, con la participación de amplios sectores, ya que atañe a millones de mexicanos; d) que se realicen pruebas de sus panes y los de otras marcas en laboratorios internacionales independientes.