Corrompe industria la evidencia científica para secuestrar la elaboración de políticas públicas

IMG_9287_1_3• Algunos científicos y funcionarios de gobierno se han beneficiado de la industria con lo que se paga su silencio.

• La presión de la industria busca promover desinformación, a través de regulaciones confusas y laxas que no afecte sus intereses.
 
 
 
 

3 marzo 2015. Michael Halpern, gerente del Centro para la Ciencia y la Democracia de la Unión de Científicos Comprometidos (UCS) de EEUU, habló en conferencia de prensa sobre la problemática que enfrenta en la actualidad la política pública que debe basarse en evidencia científica y que es capturada por la influencia de la gran industria.

Muchas veces se ignora la ciencia y cuando hay estudios que muestran un impacto negativo que puede afectar los intereses de algún tipo de industria, las empresas refutan esos estudios, calificándolos de exagerados y no contundentes.

Ha sucedido en materia de tabaco, plomo, contaminantes del aire, azúcar y derivados, que son nocivos para la salud y el medio ambiente.

La industria opera de diferentes maneras para influir en la ciencia y evitar regulaciones:

  • Fabrica resultados.
  • Genera incertidumbre y desinformación.
  • Manipula métodos de investigación.
  • Intimida a científicos.
  • Retrasa la liberación de información y reduce transparencia.
  • Corrompe a comités de científicos.
  • Promueve el conflicto de interés.
  • Emplea a funcionarios de gobierno y a científicos para un ‘silencio forzoso’.
  • Financia a académicos y da contribuciones económicas a políticos.

Cuando científicos reciben fondos para sus investigaciones de parte de las empresas, se les obliga a firmar contratos, en donde se comprometen a no hacer pública la información de sus estudios o hacer preguntas ‘a modo’ que sirvan sólo para sustentar las cualidades buenas de los productos.

Una gran cantidad de científicos reciben subvención de la industria para elaborar sus estudios. Estos investiagdores laboran en instituciones del gobierno, comunidades científicas, universidades, etc. Las empresas escogen al cuerpo científico para verse beneficiados, para evitar regulaciones que signifiquen restricciones para los productos que elaboran.

Una estrategia de las empresas ha sido promover a posiciones clave en el gobierno a personas aliadas a sus intereses. Estas personas van pasando de laborar en las corporaciones al gobierno y en muchas ocasiones regresan a laborar en las corporaciones, creándose lo que se ha llamado una ‘puerta giratoria’ por la que pasan de un trabajo a otro, fortaleciendo los intereses privados y dañando los intereses públicos.

Un ejemplo de la influencia que tienen las empresas se encuentra en las declaraciones de la industria del azúcar que manifiesta excelentes propiedades y beneficios de su producto para la salud, utilizando en su etiquetado palabras como ‘natural’ o ‘dietético’ que son términos vacíos que sólo acaban confundiendo al consumidor.

Estos etiquetados son difíciles de entender gracias al gran cabildeo que tiene la industria con el gobierno, legisladores y científicos.

Existe un gran riesgo a la integridad de la ciencia. Es necesario defender a los científicos, con el fin de que las empresas no interfieran en la elaboración de políticas públicas.

Algunas propuestas para evitar la intromisión de industria en políticas públicas son:

  • Proteger a la comunidad científica y motivar a que ‘alcen la voz’.
  • Analizar qué tipo de ciencia o metodología científica es la requerida de acuerdo al caso.
  • Evitar conflictos de interés entre industria, ciencia y gobierno.
  • Mejorar comités y grupos de consultores científicos, que sean independientes a instituciones gubernamentales.
  • Buscar supervisión y monitoreo en toma de decisiones y su correcto análisis científico.
  • Hacer partícipe a los medios de información y consumidores para que mantengan constante atención en el manejo y elaboración de las políticas públicas.
  • Hacer la información del dominio público.
  • Hablar con honestidad y transparencia en círculos de poder.

Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor y miembro de la ALIANZA POR LA SALUD ALIMENTARIA comentó que el tema del conflicto de interés está caracterizado en México por la relación entre funcionarios y empresas, donde los favores son pagados.

El conflicto de interés de la ciencia con la política tiene efectos brutales en temas cruciales que pueden tener consecuencias desastrosas para el medio ambiente, la salud y la calidad de vida de la población.

Descarga de archivos

Lecciones de la lucha por la integridad científica (presentación de Michael Halpern) > descargar (PDF, 2.76 Mb)

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