Fracasa por secuestro de la industria la Estrategia contra la obesidad y la diabetes del gobierno mexicano

Estrategia_Nacional_Contra_la_Obesidad_y_la_Diabetes-3• Las cinco regulaciones que han sido impulsadas por la Estrategia carecen de evidencia científica y no siguen las recomendaciones internacionales..

• Uno en cada tres niños mexicanos nacidos en 2010 sufrirá diabetes en su vida, y hoy en día uno de cada tres niños y siete de cada diez adultos presentan sobrepeso y obesidad..
 
 

15 abril 2015. Durante la presentación del documento “Contra la obesidad y la diabetes: una estrategia secuestrada”, académicos y organizaciones de la sociedad civil coincidieron en que la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes podría ser un buen instrumento para combatir la epidemia de la obesidad, sin embargo ésta ha sido cooptada por la gran industria de alimentos y bebidas.

El documento muestra las debilidades de las regulaciones en materia del etiquetado frontal, publicidad dirigida a niños, venta de alimentos saludables en escuelas, distintivo nutrimental y el impuesto a bebidas azucaradas y alimentos de alta densidad calórica que fueron impulsados por la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes presentada por el presidente Enrique Peña Nieto en octubre 2013.

La Estrategia toma particular relevancia ante el escenario que se vive en nuestro país, en donde las estimaciones indican que uno en cada tres niños mexicanos nacidos en 2010 sufrirá diabetes en su vida1 y hoy en día, uno de cada tres niños y siete de cada diez adultos presentan sobrepeso y obesidad.2

Sin embargo, las cinco regulaciones que han sido impulsadas por la Estrategia carecen de evidencia científica y no siguen las recomendaciones internacionales, por el contrario las regulaciones han sido diluidas y debilitadas debido la influencia de la gran industria de alimentos y bebidas. Esta situación ha dado como resultado regulaciones sesgadas que privilegian los intereses de la industria por encima del interés público y de la salud de la población.

Las regulaciones para la prevención y el control del sobrepeso, obesidad y diabetes analizadas son las siguientes:

Regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia.

Esta regulación aplica sólo a televisión y cines, en horarios específicos y durante ciertas categorías de programación.

La publicidad de los productos que no cumplen con los criterios está restringida de las 14:30 a las 19:30 horas de lunes a viernes y de las 07:00 a las 19:30 horas los sábados y domingos.

En el cine la regulación se aplica a películas con clasificación A y AA.

Un estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones demuestra que el horario de mayor audiencia de niños es entre las 20:00 y 22:00 horas y que los programas que más ven son telenovelas y series: horarios y programas no regulados.

No se regularon: internet, espacios abiertos y espacios cerrados de concurrencia infantil, como tampoco los patrocinios, el uso de regalos, promociones y personajes populares y/o ficticios, sin cumplir con las recomendaciones del Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la Niñez y la Adolescencia de la Organización Panamericana de Salud.

Los criterios nutrimentales que guían esta regulación fueron desarrollados por la industria De esta manera el gobierno mexicano también incumple las recomendaciones de la propia Organización Mundial de la Salud.

Regulación del etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas. Para la regulación fue adoptado el sistema de Guías Diarias de Alimentación (GDA). Este sistema de etiquetado fue promovido en el año 2011 de manera voluntaria por la industria alimentaria, propiamente a través del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C. (ConMéxico).

En una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública encontró que solamente 1.8% de los estudiantes de nutrición pudo interpretar el etiquetado GDA impuesto ahora como obligatorio.

Dicho etiquetado frontal es una amenaza a la salud, pues señala que el consumo diario de azúcar debe ser de 90 gramos (18 cucharadas cafeteras) mientras que la Organización Mundial de la Salud establece un criterio máximo de consumo de azúcar añadido diario de 50 gramos (10 cucharadas cafeteras), sugiriendo como ideal un consumo no mayor de 25 gramos (cinco cucharadas cafeteras).

En este sentido la regulación debería tener un etiquetado frontal que sea entendible, como lo es un etiquetado frontal de advertencia, tipo semáforo que usa como referencia colores para indicar si un alimento es alto, medio o bajo en un nutrimento, además los criterios nutrimentales deben ser desarrollados por un grupo de expertos libre de conflicto de interés no por la industria de alimentos, como es el caso del actual etiquetado.


 

Distintivo nutrimental de alimentos y bebidas. Esta medida declara que los alimentos y bebidas no alcohólicas que cumplan con los criterios nutrimentales establecidos pueden portar un distintivo nutrimental en sus envases, otorgado por la Secretaría de Salud. Este distintivo es voluntario y puede ser solicitado por los productores para que lo porten sus alimentos y bebidas.

La debilidad de esta regulación es que los criterios nutrimentales usados en la regulación mexicana son basados en los criterios desarrollados por la industria. Por ejemplo, México permite que un cereal con menos o hasta 30 gramos de azúcar por 100 gramos de producto pueda portar el distintivo, mientras que en Dinamarca, Noruega y Suecia el punto de corte para obtener el distintivo es de 13 gramos de azúcares por 100 gramos de producto.

Además, en Ecuador si un cereal de 100 gramos tiene más de 15 gramos de azúcar debe mostrar la advertencia “ALTO EN AZUCAR”.

El documento exige que se quite el uso del distintivo nutrimental para productos procesados y establecerse un distintivo para los alimentos no procesados como frutas, verduras, granos integrales, frijoles, nueces, legumbres y oleaginosas.

Política fiscal a las bebidas azucaradas y alimentos de alta densidad calórica. Establece un impuesto de $1 peso por litro en bebidas con base de agua que contienen azúcares añadidos y un impuesto de 8% a los alimentos no básicos que contienen una densidad calórica igual o mayor a 275 kcal por 100 gramos.

Lo que se requiere es que el impuesto a bebidas azucaradas debe ser aumentado a 20% para tener un efecto mayor en el consumo, como han indicado las recomendaciones internacionales.

Además, un monto adecuado de la recaudación del impuesto a bebidas azucaradas y de alimentos de alta densidad calórica debe ser asignado para la prevención de la obesidad y la instalación de bebederos.

Regulación del expendio y distribución de alimentos y bebidas en escuelas. De acuerdo con los lineamientos generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas preparados y procesados en las escuelas del Sistema Educativo Nacional establece que el refrigerio escolar debe constituirse por verduras, frutas, cereal integral, leguminosas y agua simple potable a libre demanda y sólo el viernes se pueden vender productos procesados.

No obstante, el fallo de la regulación es que la Secretaría de Salud y la Secretaría de Educación Pública no han realizado un programa de orientación para que las comunidades escolares estén informadas sobre la regulación y para brindarles la vía de denuncia cuando no se cumpla en los planteles educativos.

En el análisis de la Estrategia se observó que varias medidas, reconocidas como fundamentales para combatir la obesidad y la diabetes, no fueron contempladas, tampoco se impulsan políticas intersectoriales, así como medidas regulatorias para mejorar el acceso y disponibilidad de alimentos saludables, ni políticas para fortalecer el sistema alimentario ni de verdadera protección, promoción ni apoyo a la lactancia materna.

El documento concluye que la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes muestra varias debilidades tanto en su diseño como su implementación.

Primero, desde que fueron diseñadas, la mayoría de las regulaciones no estaban basadas en evidencia científica ni en las mejores prácticas internacionales. El análisis integral de las regulaciones permitió concluir que esto no ocurre debido a que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) estableció estas regulaciones bajo los criterios dictados por la gran industria de alimentos y bebidas.

Segundo, los compromisos estipulados en la Estrategia no se vieron reflejados al momento de implementar las medidas regulatorias. Además, un componente principal y fundamental para estas políticas como son los criterios nutrimentales son permisivos e incongruentes entre las distintas regulaciones y van en sentido contrario a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

La Estrategia tiene grandes faltantes al no abordar el tema de obesidad y diabetes desde una perspectiva basada en derechos. No considera al sistema alimentario como base para garantizar el derecho a la alimentación suficiente y nutritiva, así como la necesidad de generar políticas intersectoriales, coherentes entre ellas. Se requiere atender el tema de acceso y asequibilidad a alimentos saludables en el país. Además, no propone acciones rigurosas para alentar y retomar la práctica de la lactancia materna.

En esencia, las regulaciones que componen la Estrategia no son complementarias, están debilitadas por el conflicto de interés y ninguna por sí misma tendrá impacto directo en el estado de nutrición y salud de la población.

Descarga de archivos

Contra la obesidad y la diabetes: una estrategia secuestrada. Análisis de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto > descargar (PDF, 1.74 Mb)

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  1. The Update team. Sick societies. Mexican diabetes devastation. It is essential to tax soda. [Update] World Nutrition. marzo 2015, 6, 3, 137-139.
  2. Gutiérrez J, Rivera-Dommarco J, Shamah-Levy T, Villalpando-Hernández S, Franco A, Hernández-Ávila M. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. Resultados Nacionales. Instituto Nacional de Salud Pública: Cuernavaca, México, 2012.

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