Pide senadora Marcela Torres asignar recursos de impuesto a refrescos para bebederos en escuelas

SenadoraMarcelaTorres-3• El gobierno de la República no ha instalado un solo bebedero a 10 meses de aprobado e implementado el Impuesto a refrescos y bebidas azucaradas, recaudación con la que se colocarían bebederos de agua potable en escuelas públicas.

• El consumo de refrescos y bebidas azucaradas disminuyó en un 10%.
 
 

7 octubre 2014. A 10 meses de aprobado e implementado el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a refrescos y bebidas azucaradas, recaudación con la que se colocarían bebederos de agua potable en escuelas públicas, el gobierno de la República no ha instalado un solo bebedero, denunció la promotora de esta iniciativa, senadora Marcela Torres Peimbert.

Mediante un punto de acuerdo, la legisladora panista por Querétaro exhortó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a que informe cuánto de lo recaudado hasta el momento por concepto del IEPS a las bebidas azucaradas se ha destinado al acceso al agua potable e instalación de bebederos en escuelas, espacios públicos y zonas rurales, como había sido planteado en la iniciativa que impulsó el año pasado.

Torres Peimbert también pidió a la Cámara de Diputados aumente los recursos propuestos dentro del rubro del Programa de la Reforma Educativa, dentro de la propuesta de Paquete Económico de 2015, para que se construyan bebederos con agua potable en las escuelas, con lo recaudado por concepto del IEPS a las bebidas azucaradas.

“En el artículo sexto transitorio de la Ley de Ingresos de 2014 quedó plasmado el compromiso del gobierno federal que hasta el momento ha incumplido; a la fecha el impuesto a los refrescos ha recaudado más de $7 mil millones de pesos, en tan solo el primer semestre de recaudación, pero no ha instalado un solo bebedero”, denunció Torres Peimbert.

La legisladora queretana explicó que el destinar el 100% de los recursos recaudados por este IEPS a medidas de prevención y acceso a agua potable, es un acto que no sólo justifica el cobro del impuesto sino que también refuerza el compromiso del Estado por la salud de niñas, niños y adolescentes.

“Desde hace más de cuatro años, desde la sociedad civil demandamos un impuesto al refresco señalando que parte de los recursos recaudados tendrían que ser destinados a la introducción de bebederos en todas las escuelas del país. El presidente señaló que ese debería ser uno de los destinos de los recursos cuando presentó su propuesta de Reforma Fiscal. El 7 de mayo pasado se publicó el Decreto que reforma los artículos 7, 11 y 19 de la Ley General de la Infraestructura Física Educativa, en materia de bebederos escolares. La iniciativa fue promovida por la fracción del PRI en la Cámara de Diputados y fue aprobado por unanimidad en ambas cámaras. Se publicó con objeto de garantizar en las escuelas la existencia de bebederos o dispensadores de agua suficientes y con suministro continuo de agua potable para que los niños tengan un fácil acceso a este líquido. En su transitorio cuarto, la publicación establece que el Presupuesto de Egresos de la Federación contemplará una asignación de recursos para dotar de estos dispensadores en los inmuebles escolares. El Ejecutivo Federal incumplió con su palabra al no asignar los recursos suficientes para este fin, exigimos que el Legislativo no incumpla con la suya. Se trata de la salud de los niños en un país sumergido en la mayor epidemia de sobrepeso y obesidad infantil», señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, a nombre de la ALIANZA POR LA SALUD ALIMENTARIA.

Respecto al tema, Luis Manuel Encarnación, Coordinador de ContraPESO, mencionó que “de acuerdo con un estudio de impacto presupuestal realizado por la Cámara de Diputados acerca de los bebederos en las escuelas, es necesario un programa a tres años, donde se asignen $3 mil 500 millones de pesos anuales para la instalación de estos bebederos en todos los planteles escolares de educación pública en el país. No obstante, el Paquete Económico para 2015, ya incluye una partida para bebederos, similar a $1 mil 350 millones de pesos, que si bien es un avance, sigue siendo una cantidad marginal. Necesitamos que esta cantidad sea por lo menos el triple”.

La senadora de Acción Nacional reiteró que el espíritu de este impuesto no es recaudatorio y argumentó que “un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública dio a conocer que a corto plazo el consumo de refrescos y otras bebidas azucaradas disminuyó en un 10%, mientras que el consumo de agua potable aumentó en un 13%”.

Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública, la disminución del consumo de refrescos y bebidas azucaradas implicará además un ahorro de $6 mil 600 millones de pesos en un plazo de 10 años en costos directos de atención a problemas de obesidad y enfermedades relacionadas con este padecimiento, y para 2030 se evitarán entre 400 mil y 600 mil casos de diabetes.

Las organizaciones sociales han enfatizado que es imperativo continuar trabajando para resolver la epidemia de obesidad que estamos viviendo, donde el impuesto a los refrescos es el primer paso, es una iniciativa de muchas, que ha logrado un efecto positivo inmediato en los hábitos de consumo y en la conciencia sobre el daño que genera el consumo de estas bebidas. Esto se traducirá en una reducción visible de la obesidad a mediano y largo plazo.

La senadora recordó que México es primer lugar mundial en consumo de refrescos, el primer lugar también en obesidad en adultos, primer lugar de obesidad en mujeres y se encuentra entre los primeros lugares en obesidad infantil.

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