El gobierno viola nuestro derecho a la salud
15 de octubre de 2007. El Estado mexicano ha violado el derecho a la salud de los mexicanos al permitir que los índices de sobrepeso y obesidad hayan alcanzado la dimensión de epidemia, afectando al 70% de los adultos y a uno de cada cuatro niños. Por eso, El Poder del Consumidor interpuso una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en contra de la Secretaría de Salud, la Secretaría de Educación Pública y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
La denuncia se basa en: a) la falta de orientación nutricional para la población mexicana (responsabilidad de Salud); b) el predominio en las escuelas de comida y bebidas no recomendables en términos nutricionales -con alto contenido de azúcar y grasa- (Salud y Educación); c) la omnipresente publicidad dirigida a niños de alimentos y bebidas “chatarra” que mediante engaño y manipulación deforma sus hábitos alimenticios (Salud y Profeco); d) la tolerancia del engaño publicitario en los empaques de los productos (Salud y Profeco); e) la desaparición de bebederos de agua potable en las escuelas y espacios públicos, sustituida por la oferta de bebidas altamente azucaradas (Salud).
Estas circunstancias no deberían existir si el gobierno respetara las leyes mexicanas y los tratados internacionales. Por ejemplo, el artículo 4° de nuestra Constitución establece: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud”, y el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos señala: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar”. Estos dos artículos han sido violados por el gobierno mexicano.
“Desde hace veinte años el Estado mexicano ha sabido del aumento en el sobrepeso y la obesidad en la población”, señaló el director de El poder del Consumidor, Alejandro Calvillo. “Los datos oficiales muestran que el Estado no ha actuado como garante del derecho a la salud y ha tolerado las causas que originaron esta epidemia. Por lo tanto, es responsable de violar, por omisión, el derecho de los mexicanos a la salud”.
Esta responsabilidad la comparte el Congreso, que ha bloqueado iniciativas de ley que intentaban prohibir la venta de productos no nutritivos en las escuelas, la publicidad de esos productos en los horarios infantiles de televisión y otras acciones que provocan la obesidad.
Ese tipo de medidas es indispensable ya que, según la Organización Mundial de la Salud, la epidemia de sobrepeso no es solamente provocada por malos hábitos individuales sino por un entorno que la promueve, un “ambiente obesigénico”. Ese ambiente se ha fortalecido en México con la complicidad de la Secretaría de Salud, la Secretaría de Educación Pública y la Procuraduría Federal del Consumidor, hasta colocarnos entre los países con mayor índice de sobrepeso y obesidad.
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