Mead Johnson boicotea lactancia materna
11 de octubre de 2007. La trasnacional Mead Johnson, de la farmacéutica Bristol Mayers Squibb, es la única empresa productora de sustitutos de la leche materna que se ha negado a firmar el Acuerdo Nacional Pro Lactancia Materna. Con ello, Mead Johnson pretende mantener prácticas de mercadeo que han sido prohibidas por el Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna por desplazar la lactancia materna y generar riesgos de salud en los individuos, no sólo en los recién nacidos.
Una carta del secretario de Salud, José Ángel Villalobos, a la Asociación Nacional de Hospitales Privados informa que las principales empresas productoras de sucedáneos de la leche materna ya firmaron el acuerdo nacional, excepto Mead Jonson que “se reservó el derecho de firmarlo, lo que habla sin duda de su poco compromiso social y su desinterés ante los aspectos fundamentales que giran en torno a la salud y nutrición de la infancia”.
La leche materna contiene ácidos grasos no saturados de gran importancia para el crecimiento y desarrollo cerebral, lo cual propicia un mayor desarrollo motriz e intelectual en los niños. Además, las personas que fueron amamantadas tienen menos problemas de alergias a alimentos, alergias respiratorias, hipertensión, cáncer y otras enfermedades. Asimismo, las madres que amamantan tienen menor riesgo de cáncer en pecho y ovario. Así, al reemplazar la lactancia materna por sucedáneos (fórmulas lácteas) aumenta el riesgo de enfermedades e infecciones, no sólo en los primeros meses (especialmente críticos) sino en toda la vida.
Es por ello que el acuerdo pro-lactancia materna busca que las empresas se comprometan a no realizar ningún tipo de publicidad que promueva el uso de sus productos en niños menores de un año; no contactar a mujeres embarazadas, madres o miembros de su familia para promover fórmulas lácteas; no ofrecer muestras gratuitas ni incentivos económicos a hospitales públicos y privados, a profesionales o instituciones de salud, entre otras medidas.
Ante la actitud de Mead Johnson, el Poder del Consumidor llamó a los consumidores a castigar con su poder de compra los dos productos más conocidos de esta empresa: Choco Milk y Cal-C-Tose (sus sucedáneos son Enfamil, Enfapio, Enfagrow, Nutramigen y Pregestimil), hasta que la empresa firme el acuerdo pro-lactancia materna.
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