Marcas comerciales (lo que ocultan) S-V

28 mayo, 2008 | : Salud nutricional

Esta lista es dinámica: se actualiza con regularidad, para ofrecerte más y mejor información.

A – C (Bimbo, Coca Cola, Burger King…)

D – F (Dupont, Exxon…)

G – I (Google, Herdez, Hershey’s…)

J – L (Kellogg’s, Lala…)

M – O (Marlboro, Mattel, McDonald’s, Mead Johnson, Microsoft, Monsanto, Nestlé, Nike…)

P – R (Pepsico, Pemex, Quacker…)

S – V (Starbucks, Televisa, Telmex…)

W – Z (Wal-Mart…)

S
Sabritas. Ver Pepsico.

Starbucks. Es la cadena de cafeterías más grande del mundo. Surgió en 1971, en Seattle, Estados Unidos. Fundada por dos profesores y un escritor, se dedicaba a la venta de café en grano y cafeteras. En 1982 se incorporó el empresario Howard Schultz, quien en 1987 compraría la participación de sus socios e iniciaría un crecimiento explosivo centrándose en la venta de café preparado así como otras bebidas, bocadillos y diversos productos. Para 2008, la corporación contaba con alrededor de 16 mil locales en 44 países (poco más de la mitad propios y el resto a través de franquicias y licencias). Tras ser atacada por los altermundistas, que la consideraron entre lo peor de la globalización económica, en el año 2000 introdujo productos de comercio justo; sin embargo, sus prácticas corporativas no operan bajo este esquema, ya que sus proveedores de café deben acatar las políticas comerciales que Starbucks les impone de acuerdo con sus objetivos monopólicos. De hecho, esta corporación no acostumbra crear mercados sino que abre locales en sitios donde ya concurre el público e incluso al lado de pequeñas cafeterías que ya han generado un mercado local. Como muestra, en 2008 la empresa amenazó con demandar a una pequeña cafetería (Cafetzalli, en la Ciudad de México) que vende café de organizaciones campesinas chiapanecas, por ofrecer un producto llamado “Frapuchiapas”, alegando ser propietaria mundial del café frappé.

Sonric’s. Ver Pepsico.

T
Televisa. Principal consorcio de medios en América Latina. En México posee 286 canales de televisión comercial y junto con TV Azteca controla el 95% de la tv comercial, lo cual representa uno de los esquemas con mayor concentración en el mundo. Esto les permite realizar un manejo social y culturalmente discriminatorio, manipular la información, privilegiar el afán de lucro y desafiar constantemente a las instituciones gubernamentales. De los 461 canales comerciales mexicanos, Televisa posee el 56% y maneja dos tercios de toda la inversión publicitaria dirigida al medio televisivo y 72% de la audiencia. Asimismo, controla el 100% de la televisión satelital, el 35% de las transmisiones por fibra óptica y el 38% de la tv por cable. Esta empresa no paga impuestos por el uso del espacio radioeléctrico a través del cual transmite sus señales, mismo que es propiedad de la nación. Tras un intenso cabildeo, consiguió a aprobación de una polémica ley (bautizada como “Ley Televisa”) que ampliaba su control sobre los medios electrónicos y las nuevas tecnologías, pero esta ley fue anulada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ordenó al Congreso la elaboración de una nueva ley. Asimismo, los ingresos por comercialización de la empresa se han basado, en gran medida, en una intensa promoción de la “comida chatarra”, con lo cual Televisa se ha convertido en corresponsable de la epidemia de obesidad que sufren los mexicanos, el mayor problema de salud pública que enfrenta el país.

Telmex. Ejerce un control abrumador sobre la telefonía en México, lo cual le permite imponer las tarifas a su conveniencia, pues no ha tenido la necesidad real de competir con otras empresas que la obliguen a reducir sus tarifas y mejorar su servicio.

TV Azteca. En México posee 175 canales de televisión comercial (38% del total). Tras competir durante varios años con Televisa, decidió establecer un pacto de “no agresión” para beneficio de ambas empresas, que ejercen un control casi absoluto de la televisión comercial. Esto les permite realizar un manejo social y culturalmente discriminatorio, manipular la información, privilegiar el afán de lucro y desafiar constantemente a las instituciones gubernamentales. A finales de 2002 tomó por la fuerza otra señal (Canal 40), que ahora usa sin mediar un decreto legal. Esta empresa no paga impuestos por el uso del espacio radioeléctrico a través del cual transmite sus señales, mismo que es propiedad de la nación. (Ver Televisa.)

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