Pedimos imponer impuesto a los refrescos

5 septiembre, 2011 | : Propuestas, Salud, Salud nutricional

5 septiembre 2011. México se ha convertido en el mayor consumidor de refrescos en el mundo, rebasando a los Estados Unidos con un consumo mayor a los 163 litros por persona al año. México supera ya en 40% a los Estados Unidos en el consumo de refrescos por persona y nuestra población infantil ya rebasa en sobrepeso y obesidad a la estadunidense.

El consumo de bebidas es en México la principal fuente de calorías, cerca de una cuarta parte provienen de las bebidas. La Secretaría de Salud ha señalado que el alto consumo de energía a través de las bebidas es una de las causas principales de la epidemia de sobrepeso y obesidad. La falta de acceso a agua potable gratuita en escuelas y espacios públicos ha sido el más efectivo mecanismo de promoción del consumo de bebidas altas en calorías.

Las consecuencias de la obesidad han rebasado ya la capacidad de respuesta del sistema de salud pública y se prevé que en seis años requerirán $170 mil millones de pesos, todo el presupuesto de la Secretaría de Salud, de acuerdo con el doctor Córdova Villalobos. Sin embargo, no vemos que el gobierno federal, ni los locales, implementen políticas integrales de combate a la obesidad, como lo han recomendado organismos internacionales.

Fuente: Datamonitor 2009, Euromonitor 2009, Andreyeva et al 2011.

Elaborado por el Dr. Kelly Brownell, Universidad de Yale. Rudd Center for Policy and Obesity

 

Propuesta: impuesto a los refrescos para agua y atención en salud

La Organización Mundial de la Salud ha llamado a los gobiernos a desarrollar políticas integrales de combate a la obesidad incluyendo medidas fiscales. El Secretario General de la OCDE, José Ángel Gurría, así como el Relator Especial de Naciones Unidas para la Seguridad Alimentaria, Oliver de Schutter, han recomendado al gobierno mexicano a establecer impuestos a los productos que contribuyen a esta epidemia, al tiempo que señalan que México pasa por una emergencia nacional por la epidemia de obesidad que vive.

Un impuesto de 20% a los refrescos provocaría una reducción en su consumo de 16 a 24%, que significaría una reducción del consumo de calorías y una mejoría de la economía de las familias, que gastan, en su mayoría, más en refrescos que en huevo, frijoles o tortilla. Además se contarían con recursos del orden de los 2,300 millones de dólare s, para introducir bebederos de agua potable gratuita en escuelas y espacios públicos, que reducirían aún más el consumo de bebidas con alto contenido calórico; y a la vez, se obtendrían recursos para enfrentar las consecuencias de la epidemia de obesidad.

 

Ingresos estimados en dólares por un impuesto del 20% a las bebidas azucaradas

México 2.3 mil millones
Brasil 2.6 mil millones
Colombia 857 millones
Chile 256 millones
Perú 191 millones

Fuente: Datamonitor 2010, Euromonitor 2010, Banco Mundial 2009
Elaborado por el Dr. Kelly Brownell, Universidad de Yale. Rudd Center for Policy and Obesity

 

Si los ingresos obtenidos se invirtieran únicamente en las 120 mil escuelas de educación básica, cada plantel recibiría $230 mil pesos. Por lo tanto, los recursos obtenidos serían suficientes para introducir agua potable gratuita en bebederos en todas las escuelas y en decenas de miles de espacios públicos en todo el país, de manera especial en pequeñas comunidades. Esto en el primer año, posteriormente, el gasto comprendería únicamente el mantenimiento y quedarían importantes recursos para el sector salud.

La catástrofe de la epidemia de obesidad en México se anunció hace más de 20 años. Los llamados recientes del Secretario General de la OCDE y del relator especial de Naciones Unidas al gobierno mexicano para actuar de inmediato y de manera contundente, han sido totalmente ignorados. En ambos casos, se ha recomendado al gobierno imponer impuestos a este tipo de productos.

Las consecuencias en salud se van agudizando año con año y el sector salud está rebasado. Las finanzas públicas no tienen ya la capacidad de responder a la magnitud del problema. A pesar de ello, el gobierno mexicano no ha implementado políticas integrales de combate a la obesidad. Las iniciativas para hacerlo han sido totalmente destruidas por el embate de los intereses del Consejo Coordinador Empresarial, Conméxico y las empresas procesadoras de alimentos a las que representan.

Por ello, la plataforma de organizaciones no gubernamentales que conformamos CONSUMIDORES acudimos al poder legislativo a demandar la aprobación de un impuesto a las bebidas azucaradas y que se destinen esos recursos a la introducción de agua potable gratuita a través de bebederos en escuelas y espacios públicos en todo el país, así como a el impulso de otras políticas preventivas y de atención a los afectados por esta epidemia.

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