Impera caos y contradicción en los criterios del gobierno para combatir la obesidad
• Entre 1999 y 2012 casi se duplicó la venta de bebidas azucaradas en México.
• A pesar que muchos productos, como los néctares —que pueden contener el equivalente a 11 cucharadas cafeteras de azúcar añadida en una sola botella de medio litro— ya se gravan con un impuesto por ser considerados no nutritivos, ahora podrán portar un sello nutrimental y publicitarse en horarios infantiles.
14 mayo 2014. El caos y la contradicción entre los diversos criterios para combatir el sobrepeso, la obesidad y la diabetes han provocado que las bebidas y alimentos con alto contenido energético, que han sido gravados con impuesto por su contribución al sobrepeso y la obesidad, podrían además aspirar a portar un sello distintivo nutrimental que otorga la Secretaría de Salud y que los distinguirá como las mejores opciones para los consumidores.
El 10% del impuesto especial a servicios y productos (IEPS) aplicado a bebidas con alto contenido de azúcares se propuso con el fin de reducir su consumo, debido a la estrecha relación que tiene su ingesta con el sobrepeso, la obesidad y la diabetes, sin embargo, algunos de estos productos cumplen con los criterios que la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) ha establecido para otorgar un sello distintivo, que permitirá a los consumidores identificarlos como avalados y recomendados en su dieta diaria. Adicionalmente, al obtener dicha marca de distinción también podrán publicitarse en horarios infantiles de televisión y en los cortos previos a la proyección de películas dirigidas a los niños.
Entre las bebidas y alimentos procesados analizados por El Poder del Consumidor, los que mayor preocupación genera son los néctares y jugos procesados industrialmente por la alta cantidad de azúcares que contienen, similar a la de los refrescos.
Los néctares pueden contener el equivalente a seis cucharadas de azúcar en un solo vaso de 250 mililitros o más de 25 cucharadas cafeteras en un litro.
Los néctares se encuentran gravados con el 10% de IEPS por su alto contenido de azúcares añadidos, al tiempo de cumplir con los criterios para obtener el sello nutrimental de la Secretaría de Salud.
El Poder del Consumidor señaló que en el artículo científico “Las bebidas calóricas son la mayor fuente de energía entre niños y adultos mexicanos”, publicado recientemente en The Journal of Nutrition, se informa que entre 1999 y 2012 casi se duplicó la venta de bebidas azucaradas en México. En ese periodo, la ingesta de calorías proveniente de bebidas entre los niños de cinco a 11 años se incrementó en 45.3 kilocalorías.
Katia García, investigadora en Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, comentó: “Este nuevo distintivo nutrimental traerá como consecuencia una gran confusión al consumidor, al avalar como productos saludables aquellos que no lo son, ya que los criterios que marcan las autoridades son laxos y a favor de la industria de alimentos y bebidas, pero no de la salud pública. Por ejemplo, los néctares, así como algunos pastelillos, galletas y cereales para el desayuno, a pesar de que ya tienen un impuesto al ser considerados no nutritivos debido a su alto contenido de azúcares añadidos, podrán tener ese sello y podrán publicitarse en horarios infantiles”.
El Poder del Consumidor puntualizó que el mercado mexicano se ha inundado de néctares y prácticamente han desaparecido los jugos debido a que existe una Norma Oficial Mexicana (NOM) que establece que estos últimos no pueden tener azúcares añadidos, lo que no convenía a los intereses de la industria y los llevó a aprovechar el camino e irse a la elaboración de néctares que no tienen ninguna NOM establecida, además de tener una buena aceptación entre los consumidores, al tener una percepción falsa de que los néctares son jugos concentrados y no lo que son: bebidas con altas cantidades de azúcares añadidas y otros ingredientes como colorantes y espesantes.
Adicional a la comparación que se hizo con las bebidas azucaradas, el análisis realizado por El Poder del Consumidor incluye otros productos como galletas y panecillos que de manera totalmente contradictoria después de estar gravados por el impuesto a los alimentos con alta densidad calórica podrán portar el sello distintivo de la Secretaría de Salud como opciones saludables.
Asimismo se analizaron leches saborizadas y yogures que también podrán obtener la distinción y publicitarse en los horarios infantiles de televisión a pesar de sus altos contenidos de azúcar añadida.
Al respecto Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria en El Poder del Consumidor, comentó, “Si bien las leches saborizadas y yogures no tienen impuesto, son productos que en la actualidad se han convertido de alto consumo, especialmente entre la población infantil. La cantidad promedio de azúcares añadidos en un vaso de leche saborizada es de tres cucharadas cafeteras, mientras que un yogur puede contener entre cinco y siete cucharadas cafeteras. El consumo de estos productos ha aumentado de manera significativamente entre 1999 y 2012”.
Advirtió que “es riesgoso que este tipo de productos puedan llevar un sello nutrimental dado las altas cantidades de azúcares añadidos que contienen, especialmente para un niño o niña, lo que les ocasionará graves impactos metabólicos al consumirlos de manera cotidiana”.
En tanto, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, subrayó que “el caos y las contradicciones entre los diversos criterios para combatir el sobrepeso y la obesidad han sido causados por Cofepris, que ha introducido los criterios desarrollados por las empresas. En la propia Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes se estableció que los criterios del etiquetado distintivo nutrimental se habían desarrollado a partir ‘del Pledge de la Unión Europea’, pero no se trata de un ‘pledge’ de los gobiernos, se trata de criterios elaborados por las propias empresas, entre ellas: Coca-Cola, McDonald´s, Pepsico, Burger King, Kellog´s y Unilever”.
De hecho, dijo Calvillo, Cofrepis no sólo retomó los criterios de las empresas sino que los debilitó. Un ejemplo es que las empresas no se atrevieron, en sus criterios de autorregulación en Europa, a incluir a los jugos y néctares dentro de los productos que podrían publicitarse en los horarios infantiles, y Cofepris sí lo hizo. No sólo retomó los criterios de autorregulación de las empresas sino que, incluso, los debilitó. Y aplicó estos criterios tanto a la publicidad dirigida a la infancia como al etiquetado distintivo de la Secretaría de Salud”.
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Caos y contradicción entre los criterios para combatir la obesidad: agudizarán la epidemia y sus consecuencias (presentación) > descargar (PDF, 752 kb)
Productos que cumplen con los criterios para tener el sello nutrimental > descargar (PDF, 267 kb)
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