Radiografía de… Obleas San Pablo
La información contenida en esta radiografía de producto, podría tener modificaciones debido a la reformulación que la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados realiza constantemente. Te sugerimos que verifiques la fecha de publicación de la radiografía.
3 septiembre 2024. Échale un vistazo a nuestras radiografías de productos: sencillas, concisas y completamente documentadas.
Obleas rellenas de cajeta San Pablo (1 oblea de 10 gramos):
¿Por qué el producto contiene el sello de EXCESO DE AZÚCARES?
La porción de 10 gramos (g) es el promedio de una sola oblea, las medidas pueden variar y alcanzar los 7 gramos. No obstante, para facilitar la lectura se tomará como referencia el promedio.
Contiene 5 g de azúcares por oblea, el equivalente a 1 cucharada cafetera de azúcar. El producto está etiquetado con el sello EXCESO DE AZÚCARES porque los azúcares añadidos sobrepasan el 10% del total de energía, de acuerdo con lo establecido por la NOM-051 de etiquetado de alimentos y bebidas. El 55.5% del total de la energía del producto proveniente de azúcares añadidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la ingesta de azúcares añadidos se limite al 10% del consumo calórico total. De acuerdo con este criterio, una oblea cubre el 10% de la porción para adultos y el 12.5% de niñas y niños.1
La OMS sugiere reducir la ingesta de azúcares añadidos hasta un 5% de las calorías totales de la dieta. De acuerdo con esta recomendación, una oblea cubre el 20% de la porción para adultos y 25% de la de niños y niñas para todo un día.
Las cantidades de azúcares que contiene el producto aparentan ser bajas, pero son elevadas para el tamaño de la porción. Con una oblea de 10 g se cubre del 10% al 25% del azúcar total recomendado para todo un día. Los consumidores podrían ingerir fácilmente más de 1 oblea.
Las obleas de cajeta son un dulce tradicional común en México, sin embargo, en este caso, el producto se compone principalmente de azúcares (azúcar y glucosa). Contiene un endulzante extra, sólidos de jarabe de maíz.
El consumo de productos dulces provoca un aumento en la tendencia a presentar caries, principalmente en niñas y niños.2 Los padres y madres de familia podrían considerar que es un “dulce nutritivo” al ser una golosina de leche, pero las cantidades de azúcar en este producto son muy elevadas.
Además, tiene aditivos químicos dañinos al organismo, que difícilmente se consideran para la producción de dulces tradicionales. Una de las características de los dulces tradicionales es que sus fuentes son de procedencia natural y tienen niveles bajos de procesamiento.
Frecuentemente se recurre a los dulces tradicionales como alternativa a las golosinas altamente procesadas. Al añadir a los dulces tradicionales ingredientes perjudiciales como la glucosa (más refinado), el jarabe de maíz de alta fructosa (más económico) y aditivos dañinos al organismo se afecta la salud y cultura alimenticia de las familias mexicanas.
¿Por qué el producto contiene el sello de EXCESO DE CALORÍAS?
Cada obela aporta 36 calorías (cal). De acuerdo con los límites establecidos por la segunda etapa de la NOM-051, el producto excede las 275 calorías permitidas en cada 100 g de producto. Por cada 100 g de este producto encontramos 360 kcal.
De acuerdo con las recomendaciones de ingesta de nutrimentos para la población mexicana, el promedio de consumo al día debería ser de 2,000 calorías en adultos y 1,579 calorías en niños.2 Una oblea del producto analizado cubre entre el 1.8% y 2.2% del consumo calórico total por día para adultos y niños, respectivamente.
Es importante que a niñas y niños se les ofrezcan alimentos con calorías que no provengan principalmente de azúcar o glucosa y que contengan otros nutrientes importantes.
El total de calorías provenientes del azúcar en este producto es de 55.5%. La gran mayoría de los carbohidratos disponibles provienen de la harina de trigo refinada (19%). El total de calorías de azúcar y carbohidratos refinados es representa 74.5% del producto.
Otros
Ingredientes:
Cajeta (85.7%): (Leche de vaca, azúcares añadidos (azúcar y glucosa), sólidos de jarabe de maíz, fécula de maíz, bicarbonato de sodio, carragenina, pectina, monoestearato de glicerilo, goma xantana, sorbato de potasio, saborizante artificial, dióxido de titanio, BHA y BHT).
Obleas: harina de trigo y agua.
17 ingredientes en total. Observamos que el segundo ingrediente son los azúcares añadidos. Para ser una oblea “tradicional” de cajeta contiene una cantidad considerable de ingredientes, lo que la convierte en un producto ultraprocesado.
Aunado a los azúcares, lo más preponderante de estos ingredientes es la cantidad de aditivos que contiene, de los cuales, cuatro son dañinos para el organismo. Algunos dañan de forma importante el tracto gastrointestinal y otros son cancerígenos, dos de ellos han sido prohibido su uso en la Unión Europea y en algunos estados de Estados Unidos.
Aditivos:
Carragenina. Es importante informar a los consumidores sobre este aditivo, ya que, aunque ha sido aprobado para su uso en productos alimenticios, estudios recientes han demostrado que puede provocar inflamación intestinal, ulceración y tener efectos carcinógenos en modelos animales. Por tal razón, los investigadores han recomendado precaución con respecto a su consumo.4 Este aditivo también puede ser fácilmente sustituido por alguno que no genere un impacto negativo en la salud de los consumidores.5
Dióxido de titanio. Es un aditivo ampliamente utilizado en productos de consumo. Su función tecnológica es hacer que los alimentos sean más atractivos visualmente. No obstante, se ha observado que las nanopartículas del aditivo se acumulan en el cuerpo y pueden dañar el sistema inmunológico y el sistema nervioso, generando daño a nivel neuronal. También puede generar daño cromosómico. Las autoridades de Seguridad de Alimentos en Europa (EFSA) han concluido que el aditivo no se puede considerarse seguro.6 Organizaciones civiles han solicitado a la FDA que los niños, en particular, no sean expuestos a este aditivo.
BHA. Este aditivo ha mostrado efectos cancerígenos en tracto gastrointestinal y en el hígado en modelos animales.7, 8 Los efectos en modelos animales son tan claros y contundentes que el aditivo ha sido declarado como cancerígeno para humanos por el Programa Nacional de Toxicología. Se ha descrito textualmente como un aditivo “razonablemente previsto para ser cancerígeno en humanos, basado en suficiente evidencia de carcinogenicidad de estudios animales”.9 Otro dato importante del aditivo es que se acumula en las células grasas del cuerpo.10 En Nueva York y en la Unión Europea se ha prohibido, junto con el dióxido de titanio y otros aditivos, debido a sus efectos negativos en la salud.11
BHT. Este aditivo retrasa la oxidación en las grasas, pero se ha demostrado en varios modelos animales que aumentó el riesgo de cáncer. EL BHT puede acumularse en las células grasas humanas, por lo que es importante evitarlo en la mayor medida posible, especialmente en personas con alta predisposición a cáncer. El BHT es fácil de sustituir por ingredientes no perjudiciales, por lo que su uso es innecesario.12
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El etiquetado es de fácil lectura, pero la información nutrimental es difícil entender, debido a que las letras son pequeñas, aproximadamente de 1 milímetro de tamaño. Las normas del etiquetado establecen que la información debe ser clara y veraz, contrario a lo que ofrece el producto.
El producto contiene los sellos de advertencia de exceso de azúcares y calorías. Ambos ofrecen mayor orientación a los consumidores. Sin embargo, insistimos, el tamaño de la letra se vuelve un impedimento para comprender la información.
Los eslóganes son “pequeña pero encantadora” o “los mejores momentos están hechos con obleas”. Ambas frases están fuera de la realidad, debido a que la cantidad de azúcares, calorías y aditivos son perjudiciales al organismo.
Se promocionan como “tradicionales”. Sobre ellas se puede leer “sabor a tradición en cada mordida” o “el sabor de tu antojo”. No obstante, el contenido del producto dista de ser tradicional debido a los químicos que contiene.
Nuestra valoración:
Evitar su consumo por las altas cantidades de azúcares, calorías y los aditivos dañinos al organismo que contienen.
Precio:
1 tira de 10 Obleas San Pablo (100 g): $25 pesos (consultado el día 26 de agosto 2024)
Producto consultado el 26 de agosto de 2024.
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1 OMS (2015). Ingesta de azúcares para adultos y niños. 2018, de Organización Mundial de la Salud (OMS). Sitio web disponible en: http://www.who.int/nutrition/publications/guidelines/sugars_intake/es/
2 Molina Frechero NM, Castañeda Castaneyra RE, Gaona E, Mendoza Roaf P González Montemayor T (2004). Consumo de productos azucarados y caries dental en escolares. Revista Mexicana de Pediatría. Vol. 71, Núm. 1 • Ene.-Feb. pp 14-16. https://www.medigraphic.com/pdfs/pediat/sp-2004/sp041d.pdf
3 Bourges H. Casanueva E. Rosado JL. Recomendaciones de Ingestión de Nutrimentos para la Población Mexicana. Tomo II: México. Editorial Médica Panamericana.
4 Tobacman JK. Review of Harmful Gastrointestinal Effects of Carrageenan in Animal Experiments. Environmental Health Perspectives. Vol. 109, No. 10. 2001 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1242073/pdf/ehp0109-000983.pdf
5 Younes, M, Aquilina G, Castle L, Heinz Engel K, Fowler P, Frutos MJ et al. (2021). Safety assessment of titanium dioxide (E171) as a food additive. EFSA Journal. Panel on Food Additives and Flavourings (FAF). https://doi.org/10.2903/j.efsa.2021.6585
6 CSPI (2023). Public health groups urge FDA to cancel approval of titanium dioxide in food. Center for Science in the Public Interest. https://www.cspinet.org/press-release/public-health-groups-urge-fda-cancel-approval-titanium-dioxide-food
7 Park EH, Chang HH, Cha YN. Induction of hepatic tumors with butylated hydroxyanisole in the self-fertilizing hermaphroditic fish Rivulus ocellatus marmoratus. Jpn J Cancer Res. 1990 Aug;81(8):738-41. doi: 10.1111/j.1349-7006.1990.tb02638.x. PMID: 2118888; PMCID: PMC5918089. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5918089/
8 Masui T, Hirose M, Imaida K, Fukushima S, Tamano S, Ito N. Sequential changes of the forestomach of F344 rats, Syrian golden hamsters, and B6C3F1 mice treated with butylated hydroxyanisole. Jpn J Cancer Res. 1986 Nov;77(11):1083-90. PMID: 3098717. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/3098717/
9 National Toxicology Program. 15th Report on Carcinogens [Internet]. Research Triangle Park (NC): National Toxicology Program; 2021 Dec 21. Butylated Hydroxyanisole: CAS No. 25013-16-5. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK590883/
10 Conacher HB, Iverson F, Lau PY, Page BD. Levels of BHA and BHT in human and animal adipose tissue: interspecies extrapolation. Food Chem Toxicol. 1986 Oct-Nov;24(10-11):1159-62. doi: 10.1016/0278-6915(86)90302-9. PMID: 3804117. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/3804117/
11 CSPI (2024). NY A6424A/S6055B would ban seven unsafe food additives (Red 3, propylparaben, BVO, potassium bromate, titanium dioxide, azodicarbonamide, and BHA) in the state. Disponible en: https://www.cspinet.org/resource/new-york-a6424as6055b-food-additives-ban-fact-sheet
12 CSPI (2022). Center for Science in the Public Interest. BHT. https://www.cspinet.org/eating-healthy/chemical-cuisine#bht