Urge regular publicidad que contribuye a obesidad infantil y usa personajes famosos como los Minions

  • Durante las vacaciones de verano se registra ataque masivo de Minions, promoviendo el consumo de productos que contribuyen al sobrepeso y obesidad de los niños y adolescentes.
  • Los niños son el sector de la población a la que se dirigen las campañas más agresivas de publicidad, valiéndose de su vulnerabilidad y aprovechándose de su credulidad e inexperiencia.
  • Indispensable que Cofepris prohíba publicidad dirigida a niños en todos los medios y el uso de caricaturas y personajes populares para publicitar alimentos dañinos.

18 agosto 2015. En México, la regulación laxa que permite publicidad indiscriminada de comida chatarra y bebidas azucaradas ha provocado que uno de cada tres niños sufra sobrepeso y obesidad, y que desarrollen diabetes a lo largo de su vida denunció El Poder del Consumidor.

Ante esta situación, de por sí grave, se suma la utilización de personajes de moda, como los Minions, para promocionar productos nada nutritivos a cambio de obtener algún juguete o artículo con la imagen de estas famosas caricaturas.

En el actual periodo vacacional los niños mexicanos han enfrentado una de las campañas más agresivas de promoción de comida chatarra a través del uso de personajes, como los Minions en productos poco nutritivos, como: Doritos, Yoplait Mini, Bonafont Kids agua con jugo, Kinder chocolate, salsa BBQ Hunts, Cheetos, cereal Nesquik, lechita de chocolate, vainilla y fresa Alpura, salsa catsup Del Monte, Vualá con sorpresa, Cajita feliz y helado sabor plátano en McDonald’s, los cuales se promocionan ofreciendo vasos, delantales, juguetes, calcomanías o clips.

El Poder del Consumidor recordó que los niños son el sector de la población a la que se dirigen las campañas más agresivas de publicidad, valiéndose de su vulnerabilidad y aprovechándose de su credulidad e inexperiencia.

En México esta práctica no se encuentra considerada dentro de la actual regulación de publicidad dirigida a la infancia, por lo que este tipo de personajes pueden ser publicitados en empaques de comida chatarra, bebidas azucaradas, internet, espectaculares, transporte público (como estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro y autobuses).

De acuerdo con El Poder del Consumidor este es un ejemplo claro que demuestra la gran debilidad que tiene la regulación de publicidad dirigida a la infancia.

La organización afirmó que durante las vacaciones de verano se ha incrementado la publicidad y venta de alimentos procesados, altos en azúcar, sal y grasas asociada a los Minions.

De esta forma, dijo Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, “se ha recurrido a una práctica poco ética que utiliza la fama de estos personajes de animación para empujar el consumo de comida chatarra para niños y adolescentes”.

Añadió Calvillo que ante este “bombardeo amarillo” ha resultado insuficiente la regulación puesta en marcha por Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para salvaguardar la salud de los niños y niñas, quienes están indefensos y expuestos a la publicidad de comida chatarra a través de personajes famosos.

Por su parte, Fiorella Espinosa, maestra en Salud Pública y coordinadora de Investigación en Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, afirmó que un ejemplo de la principal omisión de la regulación a la publicidad dirigida a la infancia es el caso de los Minions, ya que “se permite el uso de personajes y caricaturas para publicitar alimentos con alto contenido calórico y bebidas azucaradas entre los niños”.

Fiorella Espinosa recordó que en otros países, como Irlanda y Dinamarca, se ha prohibido el uso de estos personajes, mientras que en países, como Perú y Chile, se han aprobado regulaciones para llevar a cabo el uso de personajes animados, caricaturas y personas famosas, como cantantes y deportistas, que son populares entre los infantes para publicitar comida chatarra.

Asimismo en el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la Niñez y la Adolescencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que fue aprobado en octubre de 2014 por Ministerios de Salud de la región, incluyendo México, se recomendó prohibir la práctica de utilizar personajes famosos para publicitar comida chatarra, con el fin de proteger a los niños de esta práctica por parte de la gran industria de alimentos y bebidas.

Por otro lado, en los medios que se encuentran regulados en México como televisión y cine, los Minions están “bombardeando” al público infantil y adolescente con productos poco nutritivos.

Por ejemplo, en la televisión se detectó que los anuncios de productos altos en grasa, sal y azúcar con la figura de estos personajes de caricatura pasan en horarios no regulados que son populares entre los niños, como telenovelas, deportes y otros programas.

En el cine, aunque los anuncios que pasan durante las películas infantiles son regulados, los niños siguen siendo expuestos a este tipo de publicidad por la comida chatarra en el entorno, ya sea por las ofertas en las dulcerías de los cines donde ofrecen productos con la imagen de estos personajes amarillos en cubetas de las palomitas, vasos o tarros llenos con bebida azucarada o combos para niños que incluye vasos de refrescos de los Minions.

La mayor parte de estas campañas dirigidas a los niños parten del uso de personajes presentes en las películas de personajes más importante del momento. De hecho los estudios Universal declararon que la campaña de publicidad para la película de los Minions es la más grande en la historia de esta empresa, explicando que fue un esfuerzo global que incluye países como Estados Unidos, México, China y Australia.

La película ha recaudado más de 900 millones de dólares estadounidenses en taquillas alrededor del mundo. Pero se considera que la recaudación sea mucho mayor a través de las ganancias obtenidas por la venta de licencias para el uso de los personajes en las promociones de productos que están dirigidas principalmente a niños y que en su mayoría es comida chatarra.

El Poder del Consumidor demandó regular todos los canales de comunicación a los que están expuestos los niños, acorde con las recomendaciones internacionales, así como el uso de personajes famosos entre el público infantil para publicitar alimentos y bebidas con alto contenido calórico y azúcar añadida.

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