Software libre

Existe una tendencia internacional que permite el acceso a un tipo de software funcional y en muchos casos ¡gratuito! Este software puede ser modificado y adaptado a las necesidades específicas de los usuarios. Esta es una respuesta al costoso software de marca.

A diferencia del software comercial, cuyas licencias son costosas y cuenta con estrictas limitaciones de uso, el software libre puede ser usado, copiado, estudiado, modificado o redistribuido libremente. Este software suele ser gratuito y estar disponible en Internet, o tener un precio del costo de la distribución a través de otros medios. En algunos casos, aunque conserve su carácter de libre, puede ser vendido comercialmente. Además, este software incluye en algunas ocasiones el código fuente (que es un bloque de texto escrito según las reglas sintácticas de algún lenguaje de programación o un programa original, es decir, tal y como fue escrito por el programador, para difundir todos sus secretos e ideas originales).

No debe confundirse software libre con software del dominio público. Este último es aquel por el que no es necesario solicitar ninguna licencia y cuyos derechos de explotación son para toda la humanidad, porque pertenece a todos por igual. Cualquiera puede hacer uso de él, siempre con fines legales y reconociendo la autoría original. Este software sería aquél donado por su autor a la humanidad o cuyos derechos de autor han expirado. Si un autor condiciona su uso bajo una licencia, por muy flexible que sea, el software ya no es del dominio público. En resumen, el software de dominio público es la pura definición de la libertad de usufructo de una propiedad intelectual que tiene la humanidad porque así lo ha decidido su autor (o la ley, tras un plazo contado desde la muerte de éste).

Algunas ventajas del software libre son:

Ejecutar el programa con cualquier propósito (privado, educativo, público, comercial),
La posibilidad de estudiar o modificar el programa,
Copiar el programa para ayudar al vecino o a cualquiera,
Mejorar el programa y hacer públicas las mejoras, de forma que se beneficie toda la comunidad.

Las licencias de software libre se dividen en dos grandes grupos: aquellas que pueden ser mezcladas con códigos licenciados bajo GNU GPL (y que inevitablemente desaparecerán en el proceso, al ser el código resultante licenciado bajo GNU GPL) y las licencias que no lo permiten al incluir otro requisitos que no contemplan ni admiten la GNU GPL y que por lo tanto no pueden ser enlazadas ni mezclas con código gobernado por la licencia GNU GPL.

En el proyecto GNU se utiliza copyleft para proteger de modo legal estas libertades para todos. Pero el software libre sin copyleft también existe. Creemos que hay razones importantes por las que es mejor usar copyleft, pero si tus programas son software libre sin ser copyleft se pueden utilizar de todos modos.

Políticamente, el software libre, una vez que ha empezado a circular, rápidamente está disponible a un costo muy bajo o sin costo alguno. Al mismo tiempo, su utilidad no decrece. Esto significa que el software libre se puede caracterizar como un bien público, en lugar de un bien privado. Aunque realmente no lo es en ningún momento.

Puesto que el software libre permite el libre uso, modificación y redistribución, a menudo se le encuentra en equipos de los países del Tercer Mundo para cuyos propietarios el costo del software no libre resulta prohibitivo. También es sencillo modificar localmente el software, lo que propicia su traducción a idiomas que no suelen ser comercialmente rentables.

La mayoría del software libre se produce por equipos internacionales que cooperan en libre asociación. Estos equipos están típicamente compuestos por individuos con una amplia variedad de motivaciones, pues existen muchas posturas acerca de la relación entre el software libre y el actual sistema económico capitalista:

Algunos consideran al software libre como un competidor del capitalismo, una forma de anarquismo práctico.
Otros consideran al software libre como otra forma de competencia en el mercado libre, y que el copyright es una restricción gubernamental sobre el mercado.
Hay quienes consideran al software libre como otra forma de cooperación, en un modelo de mercado cercano al mutualismo.
Algunos comparan el software libre a una economía del regalo, donde el valor de una persona está basado en lo que ésta da a los demás, y lo emparentan con la economía participativa.

Software libre no significa “no comercial”. Un programa libre debe estar disponible para uso comercial, desarrollo comercial y distribución comercial. De hecho, el desarrollo comercial del software libre ha dejado de ser inusual; ahora, el software comercial libre es muy importante.

Es aceptable que haya reglas acerca de cómo empaquetar una versión modificada, siempre que no bloqueen a consecuencia de ello la libertad de otros a publicar versiones modificadas. Reglas como “Si haces disponible el programa de esta manera, debes hacerlo disponible también de esta otra’” pueden ser igualmente aceptables, bajo la misma condición. (Observa que una regla así todavía te deja decidir si publicar o no el programa). También es aceptable la regla de que quien ha distribuido una versión modificada deba atender las peticiones de una copia que le hagan desarrolladores anteriores.

Hoy existe un monopolio que controla una herramienta indispensable como lo es el software, pero hay quienes nos ofrecen una alternativa a nuestro alcance. Gobiernos como los de Alemania, Noruega y Brasil han adoptado la plataforma Linux, que es un software libre. Nosotros ¿por qué no?

Para bajar el software libre o consultar información al respecto recomendamos visitar:
http://www.openoffice.org
http://www.fsf.org
Fundación de Software Libre A.C. México: http://www.fsl.org.mx/

Otras alternativas:
> Comercio con justicia.
> Energías renovables.
> Salarios dignos.
> Creative Commons, no sólo Copyright.