Impactos del consumo: Obesidad
Los mexicanos enfrentamos un grave problema de salud: la epidemia de sobrepeso y obesidad. Este problema ya afecta al 70% de los adultos y a uno de cada cuatro niños, con graves consecuencias de salud entre las que destacan 10 millones de enfermos de diabetes, padecimiento que se ha convertido en la principal causa de muerte, amputación de miembros y ceguera.
En su carácter de epidemia, el sobrepeso y la obesidad ya no son solamente resultado de malas decisiones individuales de alimentación, sino producto de una serie de condiciones sociales, económicas y culturales que en conjunto fomentan cambios en los hábitos alimenticios. A este conjunto de circunstancias se le llama “ambiente obesigénico”.
A escala global, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Instituto de Medicina de los Estados Unidos, la carta Europea contra la Obesidad y diversas investigaciones coinciden en señalar que ese ambiente promueve sistemáticamente el consumo de alimentos con altos contenidos de azúcares, grasas y sal.
En México, el ambiente obesigénico ha sido conformado por decisiones de gobierno, ausencia de políticas públicas de salud nutricional, la invasión de la comida chatarra y agresivas campañas publicitarias que han ocasionado cambios radicales en los hábitos alimenticios.
Esto queda demostrado con algunos datos recientes: en sólo 14 años cayó el consumo de frutas y verduras de 30% en México mientras aumentaba en 60% el consumo de refrescos en los sectores más pobres del país (1988-2002); en sólo 7 años (1999-2006) aumentó en 40% el sobrepeso y la obesidad en los niños de 5 a 11 años de edad. Asimismo, una evaluación del programa de desayunos escolares señala que las familias indígenas gastan 20 pesos en refrescos a la semana y sólo 10 en leche.
Estos hechos fueron acompañados por una intensa publicidad de comida chatarra dirigidas a los niños (una de las más agresivas del mundo), el predominio de estos productos en las escuelas, la ausencia de bebederos de agua potable en centros escolares y espacios públicos, la falta de información clara y útil para el consumidor en el etiquetado de los productos y una nula orientación acerca de lo que puede o no ser consumido de manera habitual.
Como resultado, México ya ocupa el segundo sitio a escala mundial en sobrepeso y obesidad, sólo detrás de Estados Unidos; México tiene la tasa más alta de incremento de este problema a escala mundial; México es el segundo país con mayor consumo de refrescos industrializados, sólo detrás de Estados Unidos.
Por ello, en noviembre de 2007 decenas de organizaciones civiles demandaron a los legisladores y al poder ejecutivo aplicar un plan de acción efectivo para combatir la epidemia de sobrepeso y obesidad en México.
Este plan, que forma parte del Manifiesto por la Salud Alimentaria que elaboró El Poder del Consumidor, incluye 7 puntos:
1. Campaña nacional de orientación nutricional que establezca claramente cuáles son los alimentos y bebidas recomendables para su consumo habitual y aquellos que sólo deben ser consumidos de manera esporádica.
2. Establecer un mínimo de requerimientos nutricionales para los alimentos y bebidas presentes en las escuelas.
3. Hacer obligatoria la educación nutricional en las escuelas.
4. Prohibir la publicidad de comida chatarra en los horarios infantiles de televisión y en todos los medios y espacios dirigidos a los niños.
5. Establecer un etiquetado para todos los alimentos procesados y bebidas que permita identificar si contienen concentraciones bajas, medias o altas de azúcar, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sal.
6. Hacer obligatoria la instalación de bebederos de agua potable en escuelas, parques y espacios públicos.
7. Garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria asegurando que el país produzca los alimentos básicos y que éstos sean accesibles a la población.
Las anteriores propuestas se basan en recomendaciones de diversos organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, y en experiencias que ya están poniendo en práctica gobiernos verdaderamente preocupados por el incremento del sobrepeso y la obesidad en sus países.
Más información:
Documento “El Ambiente Obesigénico: entre el poder Legislativo y el Ejecutivo”.
Los niños, acribillados por anuncios televisivos de comida chatarra.
Impacto de la publicidad en niños de 3 a 5 años de edad.
Otros impactos del consumo