Algunas bebidas analizadas
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C
Coca Cola. En septiembre de 2007 lanzó el programa “Movimiento Bienestar”, que con el pretexto de promover la actividad física logró posicionar sus productos al interior de las escuelas a pesar de que no son recomendables por su elevado contenido de calorías, según la Secretaría de Salud (Recomendaciones sobre el Consumo de Bebidas para una Vida Saludable, 2007). El propósito inicial de la empresa era llegar a más de un millón de escolares. Otro aspecto de la estrategia de esta empresa es vender su producto en grandes envases. Una lata de CocaCola contiene 1.7 raciones. Esto significa que ingerir todo el contenido de la lata equivale a tomar dos tercios más de lo que la propia empresa considera recomendable. De hecho, las latas en México son más grandes que las europeas (330 contra 355 ml). Pero esto no es todo: ingerir una lata te proporciona más azúcar que toda la que se requiere en un día, que son 25 gramos, según lo establece la Organización Mundial de la Salud (una cucharada de azúcar equivale a 5 gramos).
D
E
F
Fórmulas lácteas. Imitaciones de la leche que no logran reunir todas las propiedades del producto original. Resulta especialmente riesgoso utilizarlas como reemplazo de la leche materna en lactantes (ver: Sustitutos de la leche materna).
Un lamentable episodio con leche en polvo adulterada provocó cálculos renales a miles de niños chinos, muchos de ellos menores de 2 años. (ver Melamina, en Ingredientes y sustancias analizadas).
G
H
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Jugos procesados. Poseen escaso valor nutricional. El Poder del Consumidor evaluó 3 jugos bajo el esquema que elaboró la Agencia de Estándares en Alimentos del Reino Unido. Aunque la publicidad afirma que tales jugos son saludables esto es falso, ya que su consumo no resulta recomendable en términos nutricionales y sería preferible sólo ingerirlos esporádicamente. El análisis de los jugos Festín (Herdez), Power Punch (Pepsico) y Frutsi (Coca Cola-Del Valle) reveló que estos productos poseen elevados contenidos de azúcar, por lo que tendrían que ser vistos como caramelos líquidos y espaciar su consumo. Sin embargo, la publicidad engaña a los consumidores y les insiste en que estos productos son tan buenos como los jugos naturales, lo cual deforma los hábitos alimenticios y fomenta la epidemia de sobrepeso y obesidad que vive México. Además, el uso de aditivos (como el benzoato de sodio), saborizantes y colorantes provoca alteraciones de conducta como hiperactividad y déficit de atención. Por ello, la Agencia de Estándares en Alimentos del Reino Unido ha recomendado a los padres de familia que perciban trastornos de conducta en sus hijos que les reduzcan el consumo productos con benzoato de sodio y colorantes (como los E102, E104, E110, E122 y E129). Se estima que en México estos problemas de conducta afectan a millón y medio de niños y a tres millones de adultos.
Jugos naturales. La Secretaría de Salud recomienda aumentar el consumo de frutas, aunque advierte que con el jugo natural ocurre una asimilación inmediata de los azúcares al haber sido eliminada la fibra, que regula la liberación de los mismos. Por ello, sugiere no consumir más de 125 ml de jugo al día. Por supuesto, esta opción es mucho mejor que el consumo de refrescos procesados, que son la bebida con mayor dosis de calorías.
L
Leche materna. La leche materna contiene ácidos grasos no saturados de gran importancia para el crecimiento y desarrollo cerebral, lo cual propicia un mayor desarrollo motriz e intelectual en los niños. Además, las personas que fueron amamantadas tienen menos problemas de alergias a alimentos, alergias respiratorias, hipertensión, cáncer y otras enfermedades. Asimismo, las madres que amamantan tienen menor riesgo de cáncer en pecho y ovario. Por el contrario, reemplazar la lactancia materna por sucedáneos (fórmulas lácteas) incrementa el riesgo de enfermedades e infecciones, no sólo en los primeros meses (especialmente críticos) sino en toda la vida.
Leches saborizadas. Poseen escaso valor nutricional. El Poder del Consumidor evaluó 4 leches con sabor bajo el esquema que elaboró la Agencia de Estándares en Alimentos del Reino Unido. Aunque la publicidad afirma que la leche con sabor es saludable esto es falso, ya que no es recomendable en términos nutricionales y sería preferible consumirla sólo esporádicamente. El análisis de las leches Choco Melvin (Kellogg´s), Nesquick (Nestlé), Yomi (Lala) y Hershey´s reveló que estos productos poseen elevados contenidos de azúcar, por lo que tendrían que ser vistos como caramelos líquidos y espaciar su consumo. Sin embargo, la publicidad engaña a los consumidores y les insiste en que sustituyan con estos productos la leche natural, lo cual provoca un deterioro de los hábitos alimenticios y contribuye a fomentar la epidemia de sobrepeso y obesidad que vive México.
Leche china. Un lamentable episodio de leche adulterada con melamina provocó cálculos renales a miles de niños chinos, muchos de ellos menores de 2 años. (ver Melamina, en Ingredientes y sustancias analizadas).
M
N
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Pepsi. En septiembre de 2007, Pepsico lanzó el programa “Vive Saludable”, con el cual reforzó la presencia de sus productos al interior de las escuelas a pesar de que no son recomendables por su elevado contenido de calorías, según la Secretaría de Salud (Recomendaciones sobre el Consumo de Bebidas para una Vida Saludable). El propósito inicial de la empresa era llegar a más de un millón de escolares. (Ver Refrescos embotellados.)
R
Refrescos embotellados. La Secretaría de Salud no recomienda el consumo de estos productos por ser el tipo de bebida con mayor dosis de calorías, lo cual lo convierte en una de las principales causas de la epidemia de obesidad en la población mexicana. Asimismo, esta Secretaría considera riesgoso que los niños ingieran bebidas light. Además, el uso de aditivos (como el benzoato de sodio, saborizantes y colorantes) provoca alteraciones en la conducta como hiperactividad y déficit de atención. Esto llevó a la Agencia de Estándares en Alimentos del Reino Unido a recomendar a los padres de familia que redujeran en sus hijos el consumo de bebidas con estos aditivos si observaban en los menores trastornos de conducta. En México ese problema de conducta afecta a millón y medio de niños y a tres millones de adultos. El Hospital Infantil de México ha señalado que disminuyendo el consumo de refrescos en un 50% (eliminando colorantes, saborizantes artificiales y cafeína, todos ellos aditivos) mejora el comportamiento de los niños con hiperactividad hasta en el 42% de los casos. No obstante, el consumo de refrescos se ha convertido en un problema de salud pública en México. La Comisión de Macroeconomía y Salud ha advertido: “Una campaña informativa enfocada a los buenos hábitos alimenticios nutricionales serviría para contrarrestar el bombardeo de información publicitaria de las compañías refresqueras”. Este bombardeo ha conseguido que México se convierta en uno de los países con mayor consumo de Coca Cola en el mundo. En nuestro país esta empresa realiza el 11% de sus ventas mundiales. Los expertos coinciden en que la epidemia de sobrepeso y obesidad que se vive en México se debe, entre otras causas, al enorme consumo de refrescos. Una muestra es que las familias indígenas gastan 20 pesos en refrescos a la semana y sólo 10 en leche. De acuerdo a datos oficiales, en 2004 el consumo por persona al año fue de 148.1 litros. Sin embargo, un estudio del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos elevó esa cifra a 342 litros al año, por encima del promedio estadounidense de 313 litros. El problema que causan estas bebidas es reconocido a escala mundial. Por ello, en diciembre de 2007 inició la Campaña Global contra los Refrescos (Global Dump Soft Drink Campaign) que demanda detener toda la publicidad dirigida a menores de 16 años de refrescos y bebidas endulzadas, prohibir la venta de estas bebidas en las escuelas, impedir el patrocinio por parte de estas marcas de cualquier actividad escolar y, en contraparte, promocionar el consumo gratuito de agua potable.
S
Sustitutos de leche materna. Estos productos han sido promovidos en forma irresponsable y engañosa. En África, la empresa Nestlé publicitó sus productos como una opción superior a la leche materna, lo cual provocó muerte y desnutrición en miles de niños que pudieron haber sido amamantados. Esta falta de ética empresarial llevó a Organización Mundial de la Salud a establecer un código de publicidad para las fórmulas lácteas aun más estricto que para el tabaco. A diferencia de esos productos, la leche materna contiene ácidos grasos no saturados de gran importancia para el crecimiento y desarrollo cerebral, lo cual propicia un mayor desarrollo motriz e intelectual en los niños. Además, las personas que fueron amamantadas tienen menos problemas de alergias a alimentos, alergias respiratorias, hipertensión, cáncer y otras enfermedades. Asimismo, las madres que amamantan tienen menor riesgo de cáncer en pecho y ovario. Reemplazar la lactancia materna por sucedáneos (fórmulas lácteas) aumenta el riesgo de enfermedades e infecciones, no sólo en los primeros meses (especialmente críticos) sino en toda la vida.
Un lamentable episodio con leche en polvo adulterada provocó cálculos renales a miles de niños chinos, muchos de ellos menores de 2 años. (ver Melamina, en Ingredientes y sustancias analizadas).