El imperio contraataca

Canacintra rechaza la prohibición de chatarra en escuelas

15 junio 2010. La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) rechazó el proyecto que presentaron el 27 de mayo los secretarios de Educación Pública y de Salud para prohibir la comida chatarra en las escuelas primarias del país.

Sergio Cervantes Rodiles, presidente de Canacintra, aclaró que la industria no va en contra de salvaguardar la salud de la niñez, “pero estamos en desacuerdo en que diez o 20 personas determinen que decenas de empresas en todo el territorio nacional quiebren, que miles de trabajadores pierdan sus empleos y sus familias se queden sin sustento diario, imponiendo listados y lineamientos que sólo ellos conocen, aparentemente para beneficio sólo de los educandos”.

El presidente de Canacintra dijo que resulta contradictorio que a partir de una petición institucional para consensuar los tiempos y mecanismos de instrumentación de la política gubernamental en la materia, los industriales hayan sido llamados por la autoridad de la Secretaría de Salud para dialogar.

En esa reunión las autoridades de Salud se comprometieron a proporcionar los lineamientos y el listado para su consulta a los afiliados de la Canacintra y dos días después lo dan a conocer. También expuso la necesidad de que las autoridades gubernamentales se den cuenta de que en México existen también otros sectores importantes para la toma de decisiones, como el sector privado, el Poder Legislativo y los padres de familia, entre otros.

Cervantes Rodiles formuló un rechazo a las acciones que están tomando las secretarías de Salud y Educación Pública, pues dijo que son decisiones apresuradas y unilaterales que dañarán irreversiblemente al sector productivo de alimentos, los empleos que genera y los impuestos con que contribuye a la hacienda pública.

En entrevista con W Radio, el vicepresidente de Canacintra Pedro García, reprochó que para la medida no se les haya tomado en cuenta, a pesar de que «nosotros le pedimos abiertamente al secretario colaborar y después de dos semanas nos presentaron el plan».

«Sí tenemos que hacer cambios en la industria, pero para eso se necesita tiempo», señaló el empresario.

Empresarios dicen que todo debe «pasar por ellos»

Jaime Zabludovsky, presidente ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), dijo que cualquier iniciativa para regular los alimentos procesados en escuelas tendrá que ser revisada por la industria, dado que en la actualidad 80% de lo que se consume en las escuelas son alimentos preparados en el mismo lugar, no productos procesados.

ConMéxico representa a 42 empresas que son importantes agentes económicos, al contar con más de 200 plantas de producción en el país, generan más de 450 mil empleos y acumulan ventas arriba de 5% del PIB.

Costo de la obesidad. El costo de la atención de la obesidad y sus consecuencias pasó de 35 mil millones de pesos en 2000, a 68 mil millones en 2008, y de seguir la tendencia actual, se calcula que en 2017 ascienda a 167 mil millones, según la Secretaría de Educación Pública. La industria, por su parte,ha emprendido una serie de modificaciones en sus productos procesados con la finalidad de hacerlos más saludables y asegurar la rentabilidad de las empresas que están en riesgo.

Un reporte de Euromonitor International Latin America señala que las empresas del sector consumo, como Sabritas y Bimbo, iniciaron el cabildeo con diputados para ampliar el periodo de reglamentación de productos saludables en escuelas: “Se espera que los fabricantes demoren estas reglamentaciones a fin de encontrar nuevas maneras de posicionar sus productos en los niños, como la reducción de tamaños de porciones de sólo 100 calorías”.

Temen «guerra sucia» de empresas

Las organizaciones Poder del Consumidor y Centro de Orientación Alimentaria calificaron los lineamientos contra la comida chatarra en las escuelas como un “buen inicio” para cambiar los hábitos alimentarios de los infantes en los planteles. Pero advirtieron que en el proceso de debate que han abierto las secretarías de Educación y de Salud antes de su publicación, aún falta lo más importante: “enfrentar la guerra de la industria de alimentos procesados”.

Alejandro Calvillo, del Poder del Consumidor, dijo que a pesar de que en lo público algunas empresas han aceptado colaborar con el gobierno federal para que México abandone el primer lugar en sobrepeso u obesidad infantil en el mundo, todavía “tenemos que esperar la guerra sucia de las empresas, porque sólo se han emitido las reglas para regular los alimentos de las escuelas, pero no la publicidad. Eso nos habla de que además de cambiar los hábitos alimenticios se requiere modificar la adicción que generan esos productos”.

Julieta Ponce, del Centro de Orientación Alimentaria, afirmó que la parte exitosa de los lineamientos es la “prohibición de las bebidas azucaradas y los refrescos, así como que se marquen las calorías permitidas mediante una densidad energética”.

Ambos coincidieron en la necesidad de una cultura que recupere la alimentación tradicional en el país.