Salud y educación ceden ante la chatarra
Alimentos chatarra y refrescos seguirán en las escuelas
13 Agosto 2010. Las secretarías de Salud y de Educación Pública cedieron a las presiones de la industria de alimentos procesados, ya que la comida y bebidas chatarra no saldrán de las cooperativas escolares a partir del próximo ciclo escolar, como se había anunciado.
El secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, informó que la chatarra “saldrá paulatinamente” y en algunos casos darán tiempo a la industria para que mejore el contenido de sus productos, como las frituras, galletas, pastelillos y bebidas azucaradas. Agregó que en las secundarias se contempla permitir la venta de alimentos y bebidas con edulcorante, que es un sustituto del azúcar y que genera menos aporte energético. El funcionario admitió que el uso de edulcorantes no es lo ideal, pero destacó que es la opción que dan en respuesta a los señalamientos hechos por la Cofemer en el predictamen de julio pasado.
El pasado mayo, la SEP y SSA anunciaron que a partir del próximo ciclo escolar, sacarían de los más de 223 mil planteles de educación básica la llamada comida chatarra y bebidas azucaradas, y en su lugar las cooperativas tendrían la opción de ofrecer a 25 millones 596 mil alumnos los llamados “box lunch”, que se conforman, entre otras cosas, de una manzana, un sope no frito, un sándwich de atún y una botella de agua.
Córdova Villalobos, inclusive, recriminó a los industriales que formaran un frente común y les recordó que ni con todos los impuestos que pagan ni con los empleos que generan, compensan el hecho de que México ocupa el primer lugar en obesidad infantil con 4 millones de niños de 5 a 11 años de edad.
En México, dijo en aquella ocasión, 25 millones de alumnos consumen más de 500 calorías durante el recreo. Por el problema de obesidad, el sector salud pasó de gastar en el año 2000 un total de 35 mil millones de pesos, a más de 67 mil millones de pesos en 2008.
“Un pequeño requiere mil 300 calorías diarias, teniendo en cuenta que 85 por ciento llega a la escuela desayunado, se pretende que un preescolar consuma de 217 a 240 calorías al día; los de primaria de 275 a 290 y los de secundaria de 362 a 400 calorías” y una simple bolsa de papas contiene 470 calorías”, explicó en aquella ocasión en titular de la SSA.
Sin embargo, hoy Villalobos aseguró que “las bebidas azucaradas en general sí van, pero vamos, depende cuando tienen azúcar como un contenido propio como pueden ser los jugos sin azúcar añadida, pues no tiene problema, pero de las bebidas en general sí va haber muchas menos bebidas azucaradas y va haber mucha más aportación de agua para que se vaya sustituyendo”.
¿Y las frituras salen? “Depende también del contenido de grasas que tengan, pero sí, la tendencia para alimentos preparados es que se disminuya lo más que se pueda los alimentos fritos por alimentos asados”.
“La parte gradual es muy importante, porque también tenemos que ser conscientes de que esto requiere un tiempo y tampoco se trata de que la industria pierda todos sus productos. Tendrá que haber una adaptación de esos productos, incluyendo algunos que han sido estigmatizados”.
El encargado de la política sanitaria del país rechazó que el gobierno federal fuera sometido por los empresarios. “No nos hemos echado para atrás, simplemente hemos actuado como debemos de actuar: hemos recibido las observaciones, hemos hecho las contestaciones, hemos dado opciones (…) evidentemente al haber un cambio quien gana es la salud del pueblo mexicano, malo si no hubiera cambio”.
SEP y SS cedieron a presiones de la industria
Ante la ausencia de la lista de alimentos que se podrán vender en las escuelas y la oposición que ha suscitado en corporativos y cámaras de comercio, El Poder del Consumidor y la Confederación Nacional de Comerciantes de Centros de Abasto aseguraron que el gobierno reculará en su intención de prohibir la comida chatarra en las escuelas.
Citaron que hacia ello apunta la tardanza en el proceso, las presiones empresariales y la intervención del nuevo secretario de Economía, Bruno Ferrari.
En la Cámara de Diputados, legisladores de las Comisión de Salud criticaron que la Ssa se haya doblado ante las presiones de las compañías que producen comida chatarra.
El secretario de la comisión, Heladio Verver (PRD), dijo que la dependencia cedió a la presión directa de la Presidencia de la República, porque aun cuando sabe del problema de sobrepeso y del estudio del efecto de la comida chatarra, frenaron la lista desde lo más elevado del gobierno federal.
Juan Carlos Natale (PVEM) lamentó que la dependencia no cumpla con su obligación de aplicar la reforma aprobada por el Congreso, que prohíbe la comida chatarra en las escuelas, y por el contrario permita los daños a la salud de los niños que consumen frituras y refrescos.
El coordinador del Partido del Trabajo, Pedro Vázquez, sostuvo que queda claro que se “está protegiendo a la industria de la chatarra”, y adelantó que que se va a solicitar la comparecencia de Córdova para que explique la laxitud con los grandes consorcios.