OCDE propone regular la comida chatarra
13 enero 2011. El presidente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, advirtió al gobierno mexicano que el sobrepeso y la obesidad no sólo ponen en riesgo la salud de la población sino también sus finanzas y futuro como nación, por lo que llamó a regular la publicidad y el etiquetado de la comida chatarra, además de establecer cargas fiscales para estos productos.
El ex secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores, en la distancia que le da su cargo de las alianzas entre partidos y empresarios, realizó estas declaraciones a sólo tres días de haber entrado en vigor la regulación de la venta de alimentos y bebidas en los planteles escolares, obviando hablar justamente de esa regulación. Entre líneas es claro que era una crítica a esta regulación, que al quedar en manos de las empresas y de la influencia del Secretario de Economía, Bruno Ferrari, perdió totalmente su efectividad.
La versión original de los lineamientos, elaborada por expertos en nutrición del país, contenía listados de categorías de aquellos alimentos que no podrían entrar en los planteles escolares, entre los cuales estaban: botanas, pastelitos, dulces, refrescos y productos con edulcorantes no calóricos. Al final, tras haber pasado por la Comisión Federal de Competencia, un organismo dominado por el Consejo Coordinador Empresarial, los lineamientos terminaron permitiendo estos productos.
Sin duda la visión de Gurría está influida por conocer más de cerca las políticas públicas que se implementan en otras naciones, especialmente en países europeos donde ya se ha sacado la comida chatarra de las escuelas, donde se ha prohibido su publicidad en los horarios infantiles, donde se han comenzado a desarrollar etiquetados frontales en los productos que realmente orientan a los consumidores. Asimismo, esta visión tiene la capacidad de ver que el Estado mexicano no está implementando políticas de fondo para combatir este fenómeno y puede darse cuenta del enorme daño que están haciendo al país las grandes corporaciones de alimentos al bloquear las regulaciones.
Los hechos son evidentes: la Secretaría de Salud (SSA) ya acumula una lista de 768 productos que podrán ser comercializados en las cooperativas escolares, la mayoría son los mismos productos «chatarra» que ya se comercializaban, pero en versiones «mini». Además, ahora las escuelas secundarias y primarias se ven cada vez más inundadas de productos “light” que nunca antes estuvieron en los planteles escolares y esto ocurre en contra de la postura oficial de la propia Secretaría de Salud que en 2008 presentó las recomendaciones sobre bebidas donde no recomienda su consumo para preescolares y escolares, ¿Quien la hizo cambiar? ¿Coca o Pepsi?
(Por: Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor)