No más comida chatarra en escuelas de Chile
8 mayo 2012. El Congreso de Chile aprobó una norma que prohíbe la venta de comida chatarra en las escuelas. Además, establece restricciones a la publicidad y un etiquetado con información nutricional.
Hace unos años el gobierno chileno decidió emprender una guerra en contra de la llamada comida chatarra, causante de enfermedades como la obesidad o hipertensión. La idea era restringir la venta de este tipo de productos en los colegios del país para garantizar una mejor alimentación en los niños y adolescentes.
Los diputados chilenos aprobaron por unanimidad la ley que prohibirá la venta de comida chatarra en los colegios a partir de 2013. Además, la norma establece restricciones a la publicidad y exige que todos los alimentos exhiban una adecuada información nutricional.
“La ley se aplicará a todos los establecimientos educativos del país, restringiendo su publicidad y su ofrecimiento o entrega gratuita a menores de 14 años de edad”, señala el documento que en breve será elevado al Ejecutivo para su aprobación definitiva.
“Este proyecto dispone que los fabricantes, productores, distribuidores e importadores de alimentos deberán informar en sus envases los ingredientes que contienen –incluyendo todos sus aditivos expresados en orden decreciente de proporciones– y su información nutricional, expresada en composición porcentual, unidad de peso o bajo la nomenclatura que indiquen los reglamentos vigentes”.
Esta era la segunda oportunidad que el documento regresaba al parlamento, luego de las presiones ejercidas por las empresas de alimentos a través del presidente chileno.
Será el Ministerio de Salud el que determine si los alimentos, ya sea por unidad de peso o volumen, o por porción de consumo, presentan en su composición nutricional elevados contenidos de calorías, grasas, azúcares, sal u otros ingredientes que el reglamento determine. Este tipo de alimentos se deberá rotular como “alto en calorías”, “alto en sal” o con otra denominación equivalente. Este tipo de advertencia en los productos se considera una de las medidas más efectivas para que los consumidores puedan saber si un producto contiene altas concentraciones de azúcares, sal o grasas.
En Brasil, las grandes empresas procesadoras de alimentos acudieron ante la Suprema Corte de Justicia para impedir un etiquetado similar. Por su parte, estas empresas gastaron más de 1,000 millones de euros en cabildeo en la Unión Europea para impedir un etiquetado que advertiría si los productos contienen bajas, medias u altas concentraciones de azúcar, grasas y sodio.
«La restricción de la publicidad y de la presencia de la comida chatarra en las escuelas, así como el desarrollo de etiquetados que alerten sobre altos contenidos de azúcar, grasas y sal, son medidas recomendadas a escala internacional que en México aún no se han desarrollado. En México se estableció ya una regulación a la venta de alimentos y bebidas en las escuelas que ha bajado el contenido de azúcar, grasas y sal, sin embargo, permite el predominio de alimentos altamente procesados que no son recomendables, por lo tanto, ha quedado muy lejos del objetivo del Acuerdo Nacional por la Salud Alimentaria de que las escuelas promuevan el consumo de alimentos saludables», apunta Alejandro Calvillo, nuestro director de El Poder del Consumidor.
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