México: Paraíso de la comida chatarra
22 de abril de 2007. México se ha convertido en el paraíso para las empresas productoras de alimentos con bajo o nulo valor nutricional, conocidos popularmente como “alimentos chatarra”, gracias a los cambios radicales que estas empresas han provocado en los hábitos alimenticios. A lo largo de los últimos 14 años, entre las familias más pobres el consumo de refrescos se incrementó en 60% y entre las más ricas en 45%. Y lo más dramático: el consumo de frutas y verduras bajó 30%. Esto sólo beneficia a las empresas procesadoras de alimentos, que logran ventas formidables. Coca Cola, por ejemplo, realiza en México el 11% de sus ventas mundiales.
Los datos oficiales muestran una situación fuera de control. En los últimos 7 años, el sobrepeso y la obesidad creció un 40% entre los niños de 5 a 11 años de edad, y en ese mismo periodo la circunferencia promedio de las mujeres en edad fértil aumentó 10 centímetros. Entre las personas mayores de 20 años, 72% de las mujeres (24.9 millones) y 67% de los hombres (16.2 millones) tienen sobrepeso u obesidad. Este problema afecta a uno de cada tres adolescentes. En forma paralela, cada año crece en 3% el número de enfermos de diabetes. El Instituto Nacional de Salud Pública estima que el costo para el sector salud del tratamiento de la diabetes es superior a los 3 mil millones de pesos y la Comisión Mexicana sobre Macroeconomía y Salud señala que los costos indirectos son 6.6 veces mayores que los costos de tratamiento, es decir, que el monto total ronda los 20 mil millones de pesos.
Este panorama fue corroborado por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 que, tras exponer el grave problema del sobrepeso y la obesidad en México, indica: “Los resultados señalan la urgencia de aplicar medidas conducentes a la prevención de la obesidad en los escolares”. Y alerta: “El aumento de la obesidad en los últimos siete años en México es alarmante, ya que ocurre en todos los grupos de edad. Es urgente aplicar estrategias y programas dirigidos a la prevención y control de la obesidad del niño, el adolescente y el adulto”.
Por su parte, el Informe Salud 200-2005 de la Secretaría de Salud señala: “La magnitud que ha alcanzado este problema permite calificar la situación de la obesidad en México como una epidemia que requiere de acciones inmediatas, como la promoción a nivel poblacional de la actividad física y restricciones al consumo de alimentos de calidad nutricional inadecuada en escuelas y oficinas”.
Sin embargo, tales señalamientos no se han traducido en políticas públicas. Por el contrario, estas políticas se han adaptado a los intereses de las corporaciones procesadoras de alimentos y los organismos que las agrupan, como ConMéxico. Esta agrupación estableció claramente su postura ante la epidemia de obesidad en su Informe de Actividades 2006 al afirmar: “Los conceptos de ‘alimentos chatarra’ y ‘alimentos de bajo y nulo valor nutricional’ son subjetivos y discrecionales”. Y en los hechos, ConMéxico ha actuado abiertamente en contra de cualquier tipo de medida que busque regular la venta o consumo en las escuelas de alimentos de bajo o nulo valor nutricional.
Así, los mexicanos vivimos en forma cotidiana un ambiente dominado por la ausencia de información en las etiquetas de esos productos acerca de los riesgos que entraña su consumo frecuente; por la ausencia de regulaciones a su publicidad y, en especial, la que dirigen a los niños; la ausencia de restricciones a la venta de estos productos que se convierten en los más accesibles (desde los grandes centros comerciales hasta las comunidades más empobrecidas), de manera especial en las escuelas, oficinas y hospitales; la ausencia de campañas gubernamentales que promuevan hábitos alimenticios sanos y señalen de manera clara qué productos sólo deben ser consumidos en forma esporádica… Una serie de carencias que han hecho de México el paraíso de la comida chatarra y han conformado un ambiente obesigénico, con muy graves consecuencias para la salud de millones de personas y para la economía del país y de millones de familias.
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