Alimentos con aditivos alteran conducta infantil
13 de agosto de 2007. Nuevas evidencias demuestran que el uso de aditivos (como el benzoato de sodio) y colorantes en alimentos procesados y en bebidas provocan hiperactividad y déficit de atención en los niños.
Un estudio realizado por la Universidad de Southampton a petición de la Agencia de Estándares en Alimentos del Reino Unido, realizado con 297 niños que durante seis semanas consumieron alimentos y bebidas con aditivos y colorantes de uso frecuente en el mercado, encontró que los niños desarrollaron comportamientos hiperactivos y problemas de atención.
Ante los resultados, la Agencia recomendó hace dos días a los padres de familia que percibieran en sus hijos problemas de hiperactividad o déficit de atención que redujeran en sus hijos el consumo de alimentos con el aditivo benzoato de sodio (como la Coca Cola, la Pepsi, diversas bebidas de fruta y una larga lista de alimentos procesados que lo usan como conservador) y que también suspendieran el consumo de productos con colorantes, como los E102, E104, E110, E122 y E129.
En México, El Poder del Consumidor ha solicitado a la Secretaría de Salud que expida una recomendación similar a los padres de familia que observen trastornos de conducta en sus hijos. Sobre todo porque, según datos de esa misma dependencia, los trastornos de hiperactividad y déficit de atención están entre los motivos más frecuentes de consulta en clínicas psiquiátricas, pediátricas, psicológicas y en escuelas, pues se estima que en México este problema afecta a millón y medio de niños y a tres millones de adultos.
Estos trastornos se manifiestan a través de conductas como la distracción (de moderada a severa), periodos breves de atención, hiperactividad, inestabilidad emocional e impulsividad. En su manifestación crónica, este problema puede afectar todas las relaciones sociales que establece el individuo, incluidas la familiar y la laboral.
Aunque este problema puede tener un origen genético, desde hace tiempo se han señalado a los aditivos y en especial a los colorantes como factores que lo provocan. Si bien el consumo de estas sustancias no provoca una alteración permanente de la conducta, es un hecho que afecta a quien ya sufre trastornos de hiperactividad y déficit de atención. Hasta el momento, no se sabe si el consumo frecuente de estos aditivos pudiera generar trastornos de conducta permanentes.
El déficit de atención de los niños es un problema cada vez más común en México, donde existe un muy alto consumo de refrescos, dulces y golosinas, que no es regulado en las escuelas.
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