Es un riesgo para embarazadas la Coca Zero
4 de septiembre de 2007. El secretario de Salud, José Ángel Córdova, advirtió que por usar ciclamato de sodio como endulzante en la Coca Cola Zero “tal vez sería necesaria una etiqueta con la advertencia para niños y jóvenes, y sobre todo para las personas con bajo peso, porque serían las más afectadas”. Ante esta idea, el Poder del Consumidor solicitó incluir en dicha advertencia, especialmente, a las mujeres embarazadas.
Existen estudios como el de “Transmisión en la placenta y la distribución en el feto del ciclamato de sodio durante el embarazo”, en el que los científicos aseguran que esta sustancia puede cruzar la barrera de la placenta y alojarse en el feto.
“Los consumidores tenemos el derecho a estar informados de estos riesgos y cuando hay incertidumbre se debe aplicar el principio precautorio”, señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
Los aditivos se han convertido en un problema de salud pública e México, debido a su escasa regulación. En Europa, varios edulcorantes están prohibidos para ser utilizados en productos dirigidos a niños o mujeres embarazadas. Aunque el uso de ciertos aditivos en medicinas requiere una advertencia sobre sus posibles efectos, esto no se aplica cuando son incluidos en alimentos, lo cual ha sido denunciado por las asociaciones de consumidores.
El propio jefe de asesores de la Secretaría de Salud, cuando era director general del Hospital Infantil de México, escribió un texto titulado: “Los refrescos y su impacto en la nutrición de los niños”. En él afirmaba: “Se ha asociado el comportamiento agresivo destructivo del niño con el consumo de azúcares. Existen evidencias de que en niños hiperactivos al disminuir el consumo de estos elementos en un 50% (eliminando colorantes, saborizantes artificiales y cafeína -aditivos-) mejora su comportamiento hasta en el 42% de los casos”.
El consumo de refrescos es un problema de salud pública en México y se requiere una campaña de orientación nutricional que incluya el combate a su consumo. Porque, como señala el documento elaborado por la Comisión de Macroeconomía y Salud, “una campaña informativa enfocada a los buenos hábitos alimenticios nutricionales serviría para contrarrestar el bombardeo de información publicitaria de las compañías refresqueras y de comida industrialmente procesada”.
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