Alimentos en las escuelas – Testimonios

TESTIMONIOS…

Cadena de dádivas… y corrupción

No debemos olvidar que en México hay vicios arraigados, como el hecho de que las cooperativas escolares están en manos de profesores, directores, supervisores, asociaciones de padres de familia, asociaciones de alumnos; y en la mayoría de los casos, las empresas ofrecen a cambio de la exclusividad «contribuir al mejoramiento de las escuelas», lo que redunda en una corrupción de tamaños incalculables.

Cadenas de dádivas y favores, exigibles al vendedor de dulces, churritos, fruta fresca, etc. de la calle o alrededores del plantel, que por supuesto «salpican» a inspectortes, ayuntamientos, delegaciones, funcionarios de educación pública de los estados o federal y/o miembros del sindicato.

Lo mismo sucede en escuelas públicas y privadas de todos niveles; hay casos extremos, donde a los educandos no se les permite llevar su almuerzo de sus casas o ingresar algo comprado en la calle y sólo pueden consumir en su descanso lo comprado dentro del plantel.

Es más en escuelas del puerto Lázaro Cárdenas, Michoacán, sí la tierra de Felipe Calderón, conocimos de casos donde el profesor o la profesora vendía (o vende) dulces y «fritos» dentro del aula y a los alumnos se les da un tiempo, antes de iniciar, para comprar lo que se les antoje, incluso pueden pararse durante la clase a comprar algo más.
Juan Manuel Velasco Álvarez
(9 febrero 2010)

En el DF. En la preparatoria del Colegio Nacional de Matemáticas (CONAMAT) -sucursal San Cosme-, donde está mi hijo, tienen la típica «cooperativa» con la misma comida chatarra de siempre. Mi hijo empezó a engordar, por lo mismo ha tenido que hacer más ejercicio.
M.S.C.R.
(14 enero 2010)

De un trabajador de la SEP. Trabajo en Cuernavaca, Morelos, para la SEP, en unas instalaciones que compartimos con la Escuela Primaria Estanislao Rojas, en la Colonia Acapantzingo. Hace unos tres meses se anunció con bombo y platillo la campaña antitabaquismo, que en estas instalaciones aunque casi no hay fumadores se está publicitando como programa en marcha, pero en la reunión que tuvimos para dizque organizarla yo mencioné problemas de salud pública más importantes como la obesidad y el dengue que tenemos en esta escuela, sin embargo el director de la escuela nos confirmó y profundizó en el tamaño del problema de la mala alimentación que ofrecen las señoras que vienen a ofertar los alimentos (aquí ni cooperativa hay, para bien o para mal) pues ellas están obligadas por el supervisor a darle ya no digamos un porcentaje de sus ganancias sino cierta cantidad fija de dinero de las ventas que ellas (que son de escasos recursos) obtienen, por lo que venden lo que les gusta a los niños, es decir, chatarrra aunque sea preparada de manera casera, con mucha grasa y azúcar; y es que hay que entender que el Mercedes Benz del sr. supervisor gasta mucha gasolina y ahora con el incremento a combustibles seguramente le subirá la cuota (a las vendedoras). Que conste que los supervisores tienen un sueldazo y prestaciones, y varias escuelas que explotar… perdón, atender pedagógicamente.

De esta renta al supervisor a la amenaza de los zetas o maras no hay mucha distancia…
Así es el sistema educativo!!!
(12 enero 2010)