En sentido contrario, el plan urbano del DF

Ebrard viola su compromiso de crear una ciudad sustentable

7 abril 2010. Ni la «Supervía Poniente» ni la «autopista urbana» resolverán los problemas de movilidad en el DF. Por el contrario, atraerán más tráfico.

Además, con la decisión de ampliar el segundo piso sobre el Periférico, Marcelo Ebrard está abandonando el modelo de ciudad que ofreció al inicio de su gobierno, así como los compromisos que estableció en su Plan Verde en el sentido de promover el transporte público y construir 200 kilómetros de Metrobús.

Bernardo Baranda, director en México del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP); Gerardo Moncada, de la organización El Poder del Consumidor; Archibaldo Hope S. M., presidente de la organización vecinal Salvo Lomas Chapultepec A.C; y Javier Hernández Hernández, jefe de las Academias de Sistemas de Transporte del Instituto Politécnico Nacional (IPN-UPIICSA), señalamos que la decisión de la autoridad capitalina ocasionará más congestionamiento del tránsito vehicular en la ciudad, mayor contaminación e impactos nocivos a la salud, pues incentiva el uso del automóvil.

“Condena a los habitantes de la Ciudad de México a seguir sufriendo enfermedades derivadas de la contaminación; a respirar no solamente las partículas contaminantes de dióxido de carbono (CO2) que ya se emiten a la atmósfera sino las que se acumulen por la entrada de nuevos automóviles, además de una deuda por 20 años que pagaremos los capitalinos y no la presente administración”, apuntó Baranda. Y señaló: “un automóvil particular emite 2.22 kilogramos de contaminantes al día, diez veces más que lo que emite un pasajero del transporte público. Más del 60% del CO2 que se produce en la ciudad lo emiten los autos particulares y taxis; y cada año se queman 45 mil millones de litros de gasolina y sólo para mover al 25% de la población”.

En el Plan Verde de la Ciudad de México que presentó la Secretaría de Medio Ambiente del DF, el gobierno se comprometió a “privilegiar el transporte colectivo y eficiente, no contaminante y de calidad, y recuperar el uso de las vialidades para la mayoría”. Asimismo, ofreció “reducir el número de vehículos en circulación”. Cabe mencionar que la única manera de lograr esto es ampliando el Metrobús ya que una unidad articulada mueve el mismo número de personas ocupando una décima parte del espacio vial que requieren los autos particulares. La comunidad científica internacional ha demostrado que las vialidades rápidas generan el fenómeno conocido como tráfico inducido, el cual consiste en que incentivan a las personas a tener más automóviles para utilizarlas.

Gerardo Moncada señala que la construcción de un segundo piso, el cual será utilizado principalmente por vehículos particulares, “contradice estos compromisos del jefe de Gobierno, toda vez que el 75% de los viajes en la ciudad se realizan en microbuses, combis, Metro, Metrobús, tren ligero y trolebús, en tanto sólo un 17% se realiza en automóviles y el resto en taxis. Es claro que los segundos pisos no recuperan el uso de las vialidades para la mayoría y violan el principio de equidad, al tiempo que provocan la expansión de la mancha urbana y agravan el caos vial”.

Las organizaciones civiles consideran que el argumento de que dicha vialidad es financiada por la iniciativa privada no es válido, puesto que la inversión y el mismo esquema se podría orientar a financiar transporte público limpio y de calidad como el Metrobús, el cual ha demostrado su eficiencia y rentabilidad, y por el cual el año pasado la Ciudad de México obtuvo un reconocimiento de la Universidad de Harvard. Recordaron que para la línea 3 de este sistema se utilizó el esquema Pago por Prestación de Servicio (PPS).

Asimismo, insistieron en que la experiencia internacional muestra que las ciudades van en sentido contrario al anuncio del DF, dando prioridad al espacio público para el peatón, el ciclista y el transporte público. Por ello, señalaron, incluso se han demolido autopistas urbanas elevadas tales como: «Embarcadero Freeway» y «Central Freeway» en San Francisco, reemplazadas por el Boulevard Octavia y un parque; «Harbor Drive Freeway» en Portland; «Park East Freeway» en Milwakee; autopista elevada «Cheonggyecheon» en Seúl; «West Side Highway» en Nueva York, donde hoy hay una ciclovía.

Quienes suscriben este comunicado consideran que los segundos pisos no son una solución de movilidad y van en detrimento de la calidad del aire y de vida de los ciudadanos, puesto que impondrán un modelo de desarrollo de ciudad basado en el automóvil y no en la gente, y que además genera altas emisiones de carbono. Este tipo de obras propician atmósferas negativas para los vecinos quienes habitarían en entornos sombríos, con altos índices de ruido y obstáculos para la movilidad peatonal. Este anuncio no corresponde a una visión sustentable de largo plazo y va en contradicción con el nombramiento que recibió el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, en la Cumbre de Copenhague como presidente de la Conferencia Mundial de Alcaldes sobre Cambio Climático.

Las organizaciones civiles hacen un llamado al gobierno de Marcelo Ebrard para ser congruente con sus compromisos y dar prioridad a la inversión en transporte público de limpio y de calidad, construyendo los 200 kilómetros de Metrobús que ofreció para el término de su gestión así como kilómetros de ciclovías para incentivar el uso de la bicicleta. Asimismo, afirman que es posible desarrollar en corto plazo y a costo accesible un conjunto de medidas para ofrecer movilidad de calidad a la gente. Por ejemplo: construir líneas de Metrobus Xochimilco-Condesa, Tlalpan-Barranca del Muerto y San Jerónimo-Coyoacán; ampliar la linea 7 del metro de Barranca del Muerto a Perisur, así como dotar de más trenes a la línea Xochimilco-Taxqueña.