Senado incapaz frente a ambiente obesigénico
Las corporaciones doblegan los tibios intentos del Senado: EPC
2 noviembre 2010. El Senado de la República presentó el jueves 28 de octubre un dictamen que recoge 22 iniciativas de varios partidos políticos, presentadas entre 2007 y 2010, dirigidas a enfrentar la epidemia de sobrepeso y obesidad. Sin embargo, el dictamen no enfrenta los aspectos fundamentales que conforman el ambiente obesigénico infantil: la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia, el etiquetado de los alimentos y la regulación de la venta de alimentos y bebidas en los planteles escolares -que quedó debilitada por la interferencia de las grandes empresas-.
Sin embargo, entre las iniciativas legislativas comprendidas en este dictamen destacan: la creación de un Observatorio Nacional de Alimentación y Nutrición; la facultad a la SEP y SSA para establecer la regulación en la venta de alimentos en las escuelas, con el poder de cancelar las concesiones a las cooperativas escolares; la garantía de proporcionar agua potable gratuita en los planteles escolares; así como una serie de reformas que incorporan a la legislación la mención directa de coadyuvar a modificar los hábitos alimentarios, de realizar campañas de prevención y de orientación alimentaria, de realizar estudios, etc.
La respuesta virulenta de Coca Cola en contra del dictamen, a través de la Senadora María del Socorro García Quiroz del PRI, vinculada a esta empresa, no debe ocultar la capacidad del Senado de estar a la altura del reto. Coca Cola se opone a esta iniciativa porque la presencia de agua potable en las escuelas disminuirá las ventas de sus bebidas light en las secundarias y de sus jugos y néctares Del Valle en primarias y secundarias. Coca Cola también está en contra de que se prohíba la publicidad de sus productos en los planteles escolares: había anunciado que ya no estaría en las escuelas, a menos que las escuelas se lo pidieran, sin embargo, la empresa piensa seguir con el esquema de dar dinero a las escuelas a cambio de su presencia y publicidad.
Varias de las iniciativas contenidas en el dictamen son importantes, principalmente la garantía de contar con agua potable en los planteles escolares. Sin embargo, a excepción de esta última, ninguna de las reformas propuestas enfrenta los elementos fundamentales que constituyen el ambiente obesigénico infantil: la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia , el etiquetado veraz de los alimentos y el tipo de alimentos y bebidas en las escuelas.
Publicidad de alimentos
“Sobre la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia, el dictamen sólo establece la prohibición al engaño publicitario y que la publicidad distorsione los buenos hábitos alimentarios. Esto ya existe en la Ley Federal de Radio y Televisión, la Ley Federal de Protección al Consumidor y en el Reglamento a la Ley General de Salud en Materia de Publicidad. Es decir, el Senado no avanza en nada en esta materia, no se atreve a prohibir este tipo de publicidad, que es aspecto fundamental en el deterioro de los hábitos alimentarios desde temprana edad. Desoye las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que establece la obligación de los gobiernos de proteger a los menores de este tipo de publicidad”, señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
Desarrollo de etiquetados útiles al consumidor
El Senado pide que se incluya el valor calórico de los productos y la información nutrimental en el etiquetado. Esto ya existe en la normatividad, por lo que, nuevamente, el Senado no avanza en nada e ignora, o quiere ignorar, las propuestas de etiquetado frontal en los productos, etiquetados realmente útiles a los consumidores porque les permiten saber, por los colores de semáforo, si un producto tiene bajo, medio u alto contenido de azúcares, grasa y sal. El Senado también ignoró este tema fundamental.
Alimentos y bebidas en las escuelas
Xaviera Cabada, coordinadora de la campaña de Salud Alimentaria de EPC, señaló: “el Senado no aborda la situación que ha dejado una regulación manipulada y mutilada por las empresas: la venta de alimentos y bebidas al interior de los planteles de educación básica. Como se sabe, la regulación original, presentada públicamente por los secretarios de Salud y Educación, fue alterada y mutilada por la presión de las grandes empresas procesadoras de alimentos y bebidas. Quedó la comida chatarra en las escuelas en menores porciones y ahora se permite la entrada a los planteles escolares de bebidas y alimentos con edulcorantes no calóricos. El Senado, ante esta grave situación, no ha actuado, la ha dejado tal como está”.
A este respecto, el director de EPC señala: “La iniciativa del senado no regula ni modifica los aspectos identificados como fundamentales en la creación del ambiente obesigénico infantil, mostrando que no está a la altura de enfrentar este problema, que tanto el poder legislativo y como el ejecutivo, han permitido que se convierta en una catástrofe”.
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