Intervienen corporaciones declaración de la ONU
Otawa/Washington/Londres/México/Nueva York (16 septiembre 2011). Una amplia red internacional de organizaciones civiles dedicadas a la protección de la salud pública reunidas en Nueva York, entre ellas El Poder del Consumidor, presionan a los representantes de 193 países miembros de Naciones Unidas para que realicen un llamado efectivo para el desarrollo de políticas claras y fuertes para enfrentar las enfermedades generadas por la mala alimentación, el tabaquismo y el consumo de alcohol.
Asimismo, estas organizaciones demandamos medidas efectivas que impidan la intervención de las corporaciones y sus conflictos de intereses cuando inicie en la ciudad de Nueva York la Reunión de Alto Nivel sobre Enfermedades no Transmisibles.
Esta reunión, que se llevará a cabo el lunes 19 y martes 20 de septiembre, tiene el mandato de desarrollar una estrategia para enfrentar estas enfermedades que se han convertido en la principal causa de muerte en el mundo. Esta estrategia será definida a través de una Declaración Política que se empezó a discutir desde junio pasado.
Naciones Unidas tomó el compromiso de crear una estrategia para enfrentar el crecimiento del cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas provocadas por una mala alimentación, el excesivo consumo de alcohol, tabaco y la inactividad física.
Las negociaciones han revelado la intervención de las grandes corporaciones, farmacéuticas y alimentarias, para la redacción de la Declaración.
Los efectos son: la falta de un llamado a regulaciones específicas que promuevan la alimentación sana (intereses de la industria procesadora de alimentos) y la falta de un enfoque preventivo que evite el desarrollo de las enfermedades lo cual favorece su tratamiento posterior (intereses de las farmacéuticas).
La red internacional de agrupaciones enfocadas en la defensa del interés y la salud pública señalan que los gobiernos tienen un reto sin precedentes para enfrentar la gran amenaza a la salud y la economía de las naciones que representan las Enfermedades No Trasmisibles, y afirman que los gobiernos han sido profundamente irresponsables en relación a la intervención de las empresas y sus conflictos de intereses en la elaboración de la Declaración.
Las organizaciones civiles que confluyen en Nueva York coinciden en demandar a los líderes de los gobiernos la necesidad de establecer objetivos claros para la reducción de estas enfermedades -con un 25% para el 2025- implementando regulaciones efectivas para reducir el consumo de sal, la eliminación de las grasas trans, el establecimiento de estándares efectivos para los alimentos en las escuelas, las reformas en los impuestos a los alimentos procesados para favorecer a los saludables y desincentivar la comida chatarra, prohibir la publicidad de comida chatarra dirigida a los niños y desarrollar etiquetados frontales en los alimentos que realmente orienten a los consumidores.
«Naciones Unidas requiere un código de conducta con base científica para asegurar que las prácticas comerciales en alimentos, alcohol, medicamentos y otros productos no detengan los avances de las políticas dirigidas a la prevención y combate a las enfermedades no transmisibles”, señaló la Dra. Kate Allen del World Cancer Research Fund International.
Más de 140 organizaciones están llamando a salvaguardar la Declaración Política de Naciones Unidas en contra de los conflictos de interes. “Los ciudadanos de cualquier país del mundo no deben ser expertos en buena gobernanza para saber que el zorro esta fuera de la casa de las gallinas. Contar con la industria en la mesa será un desastre para alcanzar un consenso en las políticas públicas para proteger la salud”, señaló Patti Rundall de la International Baby Food Action Network.
“En esta Reunión enfrentamos una situación absurda en las negociaciones donde representantes de las empresas farmacéuticas, de alimentos procesados y bebidas, estarán hablando a nombre de la sociedad civil. La Organización Mundial de la Salud debe reconocer abiertamente las diferencias entre los cabilderos de las empresas y los grupos que defendemos el interés público, estableciendo reglas claras para manejar el conflicto de interés cuando participa el sector privado”, declaro Indrani Thuraisingham de Consumers International.
«El aumento del sobrepeso y la obesidad, y de sus consecuencias como la diabetes, no sólo pone en riesgo el futuro de un país al comprometer la salud de la población, también pone en riesgo sus finanzas públicas. Es el caso de México, donde el Estado ya no tiene la capacidad de enfrentar las consecuencias de la epidemia de obesidad, donde decenas de miles de personas mueren al año por no poder recibir la diálisis que requieren. A pesar de ello, las empresas se resisten a la implementación de políticas efectivas que modifiquen las condiciones que han generado esta emergencia”, señaló Alejandro Calvillo, director de la asociación civil mexicana El Poder del Consumidor.
La captura de Naciones Unidas por parte de las empresas sólo encamina a una crisis mayor sanitaria, económica y de gobernabilidad a escala global.
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