Sólo sustituir microbuses por autobuses no es la solución

25 enero 2012. Ante el inminente reemplazo de 10,000 microbuses por autobuses, anunciado en noviembre pasado por el Gobierno del Distrito Federal, y la creación de varios “corredores” como el inaugurado este martes en la Ruta 1, en las inmediaciones de la carretera a Cuernavaca, El Poder del Consumidor advierte que habrá muy pocas mejoras para los usuarios mientras el cambio de unidades no vaya acompañado de un ordenamiento y profesionalización del servicio, así como la creación de carriles exclusivos para la circulación del transporte colectivo.

Como muestra, señalamos que en los demás corredores –donde los autobuses han sustituido a los microbuses– los tiempos de recorrido en “horas pico” no han mejorado.

Así lo constatamos hace pocos días. En el Corredor Ecobús (Balderas – Santa Fe), por ejemplo, el tiempo del trayecto promedió 1 hora 35 minutos para una extensión de 18 kilómetros, lo que da una velocidad promedio de 12 kilómetros por hora. En esta línea destacaron como puntos críticos: Bucareli y Chapultepec, Chapultepec y Lieja, Chapultepec–Metro Sevilla, Constituyentes – José Vasconcelos y Constituyentes – Periférico, donde la circulación del autobús se reduce dramáticamente debido a la congestión vehicular.

Más grave es el caso del Corredor Villa Lomas Paseo de la Reforma, donde el tiempo de recorrido es de 1 hora 30 minutos para una distancia de 13 kilómetros, lo que da una velocidad promedio de apenas 8.6 kilómetros por hora. Aquí, los puntos críticos donde los autobuses se deben detener por completo son: Calzada Melchor Ocampo, las glorietas del monumento a la Independencia, de la Palma, del monumento a Cuauhtémoc, del monumento a Cuitláhuac, la unidad Tlatelolco y Río Consulado.

En el caso del Corredor Periférico (de Canal de Chalco al Metro Tacubaya), sus 30 kilómetros fueron recorridos en 1 hora 55 minutos, lo que da una velocidad promedio de 15 kilómetros por hora. Sus puntos de conflicto son: el eje 5 Sur San Antonio, eje 7 Sur, Mixcoac, Barranca del Muerto, eje 10 Sur San Jerónimo, Viaducto-Tlalpan, la glorieta de Vaqueritos y Acoxpa-Cafetales.

Si bien este último reportó la mejor velocidad, ésta queda por debajo de lo mínimo aceptable en los corredores de autobuses de tránsito rápido, como el Metrobús, donde la velocidad promedio debe ser al menos de 25 kilómetros por hora.

Por lo anterior, en El Poder del Consumidor destacamos que elevar la calidad y cobertura del servicio de transporte público requiere además de reemplazar las unidades de baja capacidad (microbuses y combis) por autobuses de mayor capacidad, crear las condiciones para que circulen por carriles exclusivos, que tengan paradas fijas y un mecanismo de prepago.

“De no contar con estas condiciones, las acciones emprendidas terminarán siendo inútiles, pues las unidades de transporte público, aunque sean de última tecnología o más confortables, terminarán atrapadas por el congestionamiento ocasionado por los automóviles”, señaló Daniel Zamudio, nuestro responsable de Transporte Público en El Poder del Consumidor .

Por su parte, Gerardo Moncada, nuestro coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor , comentó: “Sólo será posible mejorar la movilidad en la Ciudad de México transportando a más personas en menos vehículos, lo que implica avanzar en la sustitución definitiva de los modos de baja capacidad, como microbuses y combis (que deben ser chatarrizados), para dar una atención prioritaria a los sistemas de transporte público de calidad que operen en condiciones preferenciales y estén articulados en una amplia red”.

En ese sentido, puntualizamos que una de las mayores prioridades del transporte público debería ser la reducción en los tiempos de traslado de los usuarios, bajo condiciones de seguridad y de una prestación profesional del servicio.

Una muestra de que el reemplazo de unidades es apenas un primera paso, citamos la indicación de los expertos, quienes señalan que la reestructuración del transporte público requiere al menos de cinco etapas: 1) que los concesionarios se unan y formen empresas, 2) centralizar el recaudo (esquema de tarifas), 3) crear un sistema de control para gestionar la operación, 4) crear la infraestructura ( paradas, carriles, señalamientos, etc), y 5) que una institución coordine el servicio (planeación, gestión, regulación).

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