Mala calidad del aire en el Valle de México y Toluca
16 abril 2012. De acuerdo con los parámetros máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los contaminantes atmosféricos más del 90% de los días en 2012 han presentado mala calidad del aire en el Valle de México y Toluca, lo cual representa un riesgo para la salud de los 21 millones de personas que habitan estas ciudades.
Al analizar los reportes oficiales de monitoreo atmosférico del primer trimestre del año, la zona metropolitana del Valle de México presentó 90 de 91 días por arriba del estándar sugerido por la OMS para las micropartículas PM10, las cuales son sumamente agresivas para la salud humana. A ello se sumaron concentraciones por arriba de los máximos recomendados para ozono (76 días), dióxido de azufre (68 días) y dióxido de nitrógeno (21 días).
En el Valle de Toluca, la situación fue similar con 55 de los primeros 60 días superando los límites recomendados por la OMS para las micropartículas PM10, 48 días rebasando los de ozono y 46 días los de dióxido de azufre.
“Es urgente que la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris) actualice las normas mexicanas que fijan los límites a los contaminantes atmosféricos, pues algunas normas acumulan un rezago de 18 años sin revisión. Es además necesario que adopte los parámetros recomendados por la OMS, a fin de que los programas locales anticontaminación y las acciones para proteger la salud de la población sean realmente efectivos”, señaló Gerardo Moncada, nuestro coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor.
Una muestra del rezago en que se encuentran las normas mexicanas es la definición de los parámetros para informar a la población cuando existen episodios de riesgo para la salud por la contaminación atmosférica, de acuerdo a los sistemas de monitoreo que reportan los índices de calidad del aire (ICA, en algunas ciudades) o índice metropolitano de la calida del aire (IMECA, en varias otras).
La OMS recomienda que las concentraciones máximas de micropartículas menores a 10 micras (PM10) no rebasen los 50 microgramos por metro cúbico, lo cual equivale a 42 puntos IMECA. En el caso de ozono en el aire sugiere un límite que equivale a 45 puntos IMECA (0.05 partículas por millón). Para el dióxido de nitrógeno establece un máximo que corresponde a 51 puntos IMECA (0.106 partículas por millón). Con el dióxido de azufre, recomienda no rebasar 0.008 microgramos por metro cúbico, lo que se alcanza con apenas 6 puntos IMECA.
Estos parámetros del organismo internacional se basan en estudios médicos, epidemiológicos y toxicológicos que recogen las principales referencias de daños a la salud por contaminantes en el aire. La comparación con los reportes en ciudades mexicanas demuestra que la población está respirando diariamente concentraciones de contaminantes nocivas para su salud.
Entre más laxos sean los indicadores del IMECA, menos efectivos son los reportes de contaminación y pierden su función como herramientas de comunicación de riesgo para proteger la salud de la población.
“La laxitud de las actuales normas oficiales mexicanas, engaña a la población urbana al hacerle creer que su salud está a salvo cuando en realidad está respirando un aire contaminado. No es del conocimiento público que las normas mexicanas establecen un límite máximo para el ozono que está 50% arriba del límite que fija la OMS; que el máximo para micropartículas con un grosor menor a 10 micras (PM10) está 140% arriba del parámetro de la OMS; que el tope para micropartículas finas, es decir, menores a 2.5 micras (PM2.5), está 160% arriba del parámetro de la OMS. El caso extremo es el del dióxido de azufre (SO2), que supera al límite que sugiere la OMS en 1,340%”, advirtió nuestro coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor.
Cabe recordar que la OMS atribuye a la contaminación atmosférica la muerte prematura de 14,700 mexicanos cada año, debido a enfermedades cardiopulmonares e infecciones respiratorias relacionados con la exposición crónica a los contaminantes generados principalmente por los automotores.
Los estudios médicos asocian la exposición crónica a la contaminación del aire con el incremento de problemas cardiovasculares y respiratorios, con diversos tipos de cáncer, con problemas del sistema nervioso, con nacimientos prematuros, retraso en el crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer, síndrome de muerte temprana y mortalidad infantil.
Estas anomalías no sólo están afectando a los habitantes del Valle de México y Toluca, sino a la mayoría de los 74 millones de mexicanos que viven en zonas urbanas con más de 200,000 habitantes.