Ahora le toca a la industria mostrar su compromiso
23 enero 2013. Organizaciones de la sociedad civil que han trabajado por la publicación de una norma de eficiencia energética vehicular en México apoyamos la decisión del gobierno federal de impulsar la norma de eficiencia vehicular NOM-163, por medio de la cual se estima alcanzar importantes ahorros en el consumo de combustibles y fomentar la competitividad en el país al incentivar una flota vehicular más moderna y eficiente.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), el Centro de Transporte Sustentable EMBARQ México (CTS EMBARQ), el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) y El Poder del Consumidor, consideramos como un importante paso aunque limitado, la inminente publicación de la norma de eficiencia energética vehicular y solicitamos a la industria automotriz mayores compromisos para avanzar en las siguientes etapas, de forma que no sólo se refuerce esta norma sino que también se pueda ampliar a una regulación de gases de efecto invernadero.
Asimismo, dichas organizaciones enfatizamos que será necesario revisar a detalle los términos en los que finamente se publique la norma para poder cuantificar los beneficios reales esperados. No obstante, el éxito de cualquier esquema dependerá de la disposición de la industria automotriz para realmente introducir las tecnologías de ahorro de combustible ya utilizadas en regiones como Estados Unidos, Europa y Japón, y que en algunos casos no supera los $30 dólares de costo, pero no son incorporadas en los vehículos que se venden en México.
Gerardo Moncada, nuestro director de Transporte Eficiente en el El Poder del Consumidor resaltó que se requiere también que la industria automotriz incorpore un etiquetado para que los vehículos que se venden en nuestro país indiquen claramente en cada punto de venta cuál es su rendimiento de combustible por kilómetro, tanto en carretera como en ciudad, y sus emisiones contaminantes. «Pedimos al gobierno que actualice constantemente el portal Ecovehículos y que la difusión de información por parte de la industria automotriz tenga carácter obligatorio, para que el consumidor tenga mayor información y pueda tomar mejores decisiones de compra».
Añadió que se requiere de una segunda etapa normativa más exigente, pues mientras la norma de eficiencia de Estados Unidos se propuso elevar el rendimiento promedio de su parque vehicular en 30% para el 2016, la meta de la norma mexicana para este año de 14.9 km por litro, solo aspira a una mejora de 13% respecto al rendimiento de los autos nuevos vendidos en 2011, que fue de 13.1 km por litro.
En tanto, Gabriela Niño, coordinadora de Política Pública del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), añadió que «para lograr una verdadera estrategia integral de transporte sustentable, como la que anunció el gobierno federal recientemente, la cual promueva la introducción en México de las tecnologías automotrices más limpias y eficientes, se requiere también actualizar normas como la NOM 042, para hacer más estrictos los límites máximos permisibles de contaminantes para vehículos ligeros«.
Por su parte, Salvador Medina, del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) mencionó que «la norma es sólo un primer paso para reducir el consumo de combustible del país y reducir las emisiones generadas por el uso excesivo del automóvil, la cual tiene que acompañarse de otras medidas para mejorar la flota en circulación y para alentar el uso de transporte más amable con el medio ambiente y así lograr una verdadera movilidad sustentable.»
Jorge Macías, del Centro de Transporte Sustentable (CTS-EMBARQ) señaló que tal como lo aseveró el Secretario de Medio Ambiente, Juan José Guerra, «se busca una homologación plena y progresiva con los estándares ya adoptados en Estados Unidos y Canadá, por lo que se requiere una estrategia de más largo plazo para que México pueda efectivamente empatarse con las mejores prácticas existentes, y alinearse con la regulación establecida en Estados Unidos hacia el 2025″.
Las organizaciones señalamos que en adelante es fundamental transitar hacia una política integral de largo plazo para el manejo de la flota vehicular en México. La estrategia debería incluir la regulación de los vehículos importados usados conocidos como «autos chocolate», la actualización de normas en cuanto a niveles permisibles y la inclusión de gases de efecto invernadero y, en general, la regulación de la flota en circulación.