Advierten con graffitis la falta de días limpios en 2013
• En los primeros 100 días de este año, Monterrey sólo registró 4 días con aire limpio, mientras que el Valle de México, Toluca, Mexicali y Puebla no han tenido uno solo.
• 54 millones de mexicanos no está recibiendo información suficiente y oportuna.
• México no logra salir del grupo de países con peor calidad del aire.
21 mayo 2013. Las ciudades de México registran niveles de contaminación que representan un riesgo para la salud de sus habitantes. En los primeros 100 días de 2013, Monterrey ha tenido solamente 4 días con calidad del aire aceptable (cercana a los estándares internacionales), mientras el Valle de México, Toluca, Mexicali y Puebla no han tenido un solo día con aire suficientemente limpio. Otras ciudades ni siquiera cuentan con información que permita evaluar su situación, como es el caso de Guadalajara.
Así lo revela un análisis realizado a partir de los reportes oficiales de concentraciones de ozono y partículas en las principales ciudades de México. Las organizaciones sociales Bicired-Bicitekas, GDL en Bici, Pueblo Bicicletero, Bici en Verde, la Red por los Derechos de la Infancia en México,El Poder del Consumidor y Fundación Tláloc señalamos que mediante solicitudes de Acceso a la Información, peticiones a los sistemas de monitoreo y en un solo caso descargándolo directamente del sitio web que lo tiene a disposición del público, realizamos este análisis.
Por ello y para alertar a la población acerca de los daños que ocasiona la contaminación del aire, integrantes de estas organizaciones civiles lanzamos un fuerte mensaje visual mediante un graffiti artístico instalado en las ciudades de México, Monterrey, Guadalajara y Toluca, recordando que las ciudades mexicanas se encuentran entre las más contaminadas de América Latina.1
Los días con aire “limpio” se consideran aquellos que no superan los 50 puntos Imeca (una medida cercana a los máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud). Este margen fue sistemáticamente rebasado en dichos reportes e incluso lo duplicó, superando los límites establecidos por las normas mexicanas, para alcanzar el estatus de “mala” calidad del aire, lo cual ocurrió 44 días en el Valle de México, 58 días en Toluca, 51 días en Monterrey, 85 días en Puebla y 89 días en Mexicali.
En varias ciudades, esto se debió a altas concentraciones de las nocivas partículas menores a 2.5 micras (PM2,5), como fue el caso de Puebla, Monterrey y Mexicali. En esta última, las concentraciones fueron tan elevadas que llegaron a superar en 1,538% el límite que establece la norma mexicana.
Múltiples estudios han señalado que respirar diario tales concentraciones de contaminantes se relaciona con un aumento en las visitas a salas de emergencia por ataques de asma, desarrollo de infecciones respiratorias, casos de bronquitis crónica, ausentismo escolar, así como disminución de la función pulmonar en niños, reducción en la variabilidad cardiaca, y un incremento en la mortalidad infantil y en adultos.2
Pese a lo anterior, en ninguna de estas ciudades los habitantes cuentan con información suficiente y oportuna para proteger su salud, y los programas de acción locales no están planeados para desincentivar el uso del automóvil, principal generador de contaminantes.
En julio próximo entra en vigor la nueva norma oficial que obliga a que las 33 ciudades mexicanas con más de 500,000 habitantes monitoreen su calidad de aire e informen los resultados a su población, que en conjunto suma 54 millones de mexicanos. Esto implica que, además de las urbes ya mencionadas, deberán hacerlo de manera regular Tijuana, León, Ciudad Juárez, La Laguna (Torreón), San Luis Potosí, Querétaro, Mérida, Mexicali, Aguascalientes, Tampico, Cuernavaca, Acapulco, Chihuahua, Veracruz, Morelia, Saltillo, Villahermosa, Hermosillo, Reynosa-Río Bravo, Culiacán, Xalapa, Cancún, Tuxtla Gutiérrez, Oaxaca, Pachuca, Poza Rica, Durango e Irapuato.
Las organizaciones sociales hemos señalado que la Organización Mundial de la Salud estima que por enfermedades asociadas a las altas concentraciones de partículas menores a 10 micras (PM10) mueren cada año 14,700 mexicanos, lo que representa una muerte cada 35 minutos. Según estadísticas del Instituto para Métricas de Salud y Evaluación (Institute for Health Metrics and Evaluation, IHME), México ha experimentado un incremento en su tasa de mortalidad por enfermedades asociadas a la contaminación.
En el mismo sentido, expusimos que la normatividad mexicana sigue rezagada respecto a los estándares internacionales, ya que en México se considera “saludable” respirar partículas menores a 10 micras en concentraciones que superan 140% lo que recomienda la OMS. En el caso de ozono, la norma mexicana supera en 50% la recomendación de la OMS.
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1 Estudio «La Calidad del Aire en América Latina: Una Visión Panorámica (Edición 2012)», presentado por Clean Air Insitute.
2 Estudios que asocian la contaminación atmosférica con el aumento en las visitas a salas de emergencia por ataques de asma (Romieu et al., 1995; Rosas et al., 1998), el desarrollo de infecciones respiratorias (Téllez-Rojo et al., 1997; Torres-Meza, 2000; Hernández-Cadena et al, 2000), los casos de bronquitis crónica (Romano, 2000), el ausentismo escolar (Romieu et al., 1992), así como la disminución de la función pulmonar en niños (Castillejos et al., 1992 y 1995; Gold et al, 1999), la reducción en la variabilidad cardiaca (Holguin et al., 2003), y un incremento en la mortalidad en infantes (Loomis et al., 1999) y adultos (Borja-Aburto et al., 1998; Castillejos et al., 2000; Téllez-Rojo et al, 2000; O’Neill et al., 2004).