Piden especialistas, frenar la supervía
24 mayo 2011. Expertos en transporte y urbanismo hicieron un llamado al Gobierno del Distrito Federal para que revise a detalle los recientes estudios que cuestionan profundamente tanto los datos como los cálculos en que se basó la Declaratoria de necesidad de la Supervía Poniente, fundamento de este proyecto urbano.
Entre las inconsistencias básicas está el hecho de que la Encuesta Origen-Destino realizada por el INEGI en 2007, que hasta el momento es el principal instrumento para definir la política de obras a favor de la movilidad en el DF, no establece como prioritario para los pasajeros el trayecto entre Santa Fe y Periférico Sur. Así lo identificó Javier Hernández Hernández, consultor en movilidad y jefe de la carrera de Ingeniería de Transporte en UPIICSA-IPN.
“La Encuesta identifica los 50 pares de viajes con mayor demanda para cada modo de transporte (automóvil, Metro, Metrobús, transporte concesionado, etc.). Lo que está claro es que no aparecen como prioritarias las intenciones de viaje en automóvil entre el sur y el poniente de la Ciudad de México. De hecho, entre los distritos analizados hay 25 que tienen muchas más necesidades de servicios o infraestructura para la movilidad”, precisó Hernández.
Añadió que un análisis de costo-beneficio, a partir de dicha Encuesta, sugiere la conveniencia de realizar mayores inversiones en las delegaciones Iztapalapa, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Coyoacán y Benito Juárez. En cambio, otras como Magdalena Contreras o Álvaro Obregón “requieren soluciones menos caras y más creativas”, rubro en el que no entra la Supervía Poniente por sus costos financieros, sociales y ambientales, advirtió el especialista.
En ese sentido, Miriam Téllez, maestra en Ingeniería de Transporte con experiencia en el desarrollo de proyectos de Planeación, Operación e Ingeniería de Tránsito, mencionó que el mayor número de viajes en la zona poniente del DF va de Tacubaya a Santa Fe, por lo cual la movilidad mejoraría creando un corredor de transporte público que enlazara ambos puntos. Tendría cerca de 12 kilómetros y atendería a 100 mil pasajeros con un considerable ahorro en infraestructura y gasto de energía, toda vez que obras como la Supervía sólo resuelven algunos puntos mientras “se hacen complicados en los tramos de inicio y final”.
Así lo concluye el estudio “La tendencia polarizante y segregativa de los nuevos desarrollos urbanos y su consumo energético. Caso de Santa Fe”, tesis que asesoró la maestra Téllez.
Por su parte, Enrique Salcedo Martínez, asesor en Ingeniería de Tránsito y Transporte, y vicepresidente de Transporte Urbano en la Asociación Mexicana de Ingeniería de Transportes, cuestionó que la Supervía ofrezca soluciones reales.
Refirió el fenómeno de “tránsito inducido”, con el cual vías rápidas como la Supervía Poniente o los segundos pisos del Periférico mejoran en un primer momento la velocidad vial pero atraen un mayor número de automovilistas y, en poco tiempo, se congestionan. Así, tales obras “incentivan más el uso del automóvil y a corto plazo agravan el problema del congestionamiento vial y ambiental de la Ciudad de México”.
Pero aun con el tráfico inducido, el especialista duda que la Supervía logre ser rentable. Tras analizar los estudios de la empresa Controladora Vía Rápida Poetas SA de CV (integrada por OHL, COPRI y Atco) identificó incongruencias “en lo referente a las tasas de crecimiento medias anuales para calcular los volúmenes de tránsito futuros de la Supervía y la TIR (Tasa Interna de Retorno, o posible recuperación de la inversión)”.
Salcedo calcula que un aforo de 40,000 vehículos diarios en la Supervía (con 86% de autos, 7% de autobuses y 7% de camiones de carga) son casi 170,000 viajes al día, lo que corresponde a sólo 1.5% de los viajes que se realizan en el DF (11.3 millones al día, según la Encuesta Origen-Destino 2007, de INEGI).
Por ello, la Supervía Poniente “no es de interés general para mejorar la movilidad en el DF, como lo que afirma su Declaratoria de necesidad”, señaló.
Otro experto que ha revisado los supuestos de tal Declaratoria es el doctor en Ingenierías de Tránsito y Movilidad Urbana, Belisario Hernández Romo, quien concluye que el proyecto de la Supervía está diseñado fuera de todo estándar y especificación de ingeniería de tránsito.
Por ejemplo, el proyecto no demuestra cómo se determinó estadísticamente el diagnóstico de los volúmenes vehiculares que habría en el futuro. Pero al someter las especificaciones de la obra a los sistemas VisSim y Sim Traffic 7, resulta que los volúmenes vehiculares de demanda garantizan la quiebra de operaciones de la Supervía, ya que para recuperar la inversión requeriría tres veces el volumen de vehículos que físicamente caben en la vialidad.
Peor aún, bastará con alcanzar la demanda prevista por el proyecto para que la vialidad se sature, pues aun cuando entraran a la vialidad 18,000 vehículos por hora, 12,500 vehículos se quedarían en espera sin poder entrar. Se calcula que la velocidad promedio será de 19 km/h, un tercio de lo anunciado, y los embotellamientos aumentarán considerablemente las emisiones contaminantes.
“A la luz de esta información, pedimos al GDF frenar la Supervía, ahora que todavía está a tiempo de rectificar. Está claro que la obra no es necesaria y que terminará en una situación de “rescate carretero” (contemplado en la cláusula vigésima del Título de Concesión), lo cual será un golpe para las finanzas de la capital”, comentó Gerardo Moncada, coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor AC.
Descargar estudios:
Demanda inventada: análisis de la Encuesta Origen-Destino.
Declaratoria de necesidad, sin sustento: inconsistencias básicas. (4Mb)
Dictamen técnico de movilidad: Ingeniería urbana y de transportes (82 Kb).
La verdadera movilidad en Santa Fe: tesis de urbanismo (1Mb)