Radiografía de… Leche con avena de Quaker (236 ml)
La información contenida en esta radiografía de producto, podría tener modificaciones debido a la reformulación que la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados realiza constantemente. Te sugerimos que verifiques la fecha de publicación de la radiografía.
• Un solo vaso de la leche con avena de Quaker cubre del 125 al 166.6% del azúcar máxima diaria tolerada para un niño.
• Al mostrar imágenes de frutas en su etiquetado se presenta como una opción saludable, cuando realmente no contiene nada de fruta. Básicamente es leche, agua y azúcar.
• Tampoco contiene avena entera, sino harina de avena.
24 mayo 2013. El etiquetado frontal de la Leche con avena de Quaker induce a creer que la leche contiene fruta y granos de avena, sin embargo esto es totalmente engañoso, ya que no contiene fruta en absoluto, sino sabor y tampoco contiene avena, sino harina.
En ningún lado del etiquetado se establece que contiene agua, siendo que en realidad es el segundo ingrediente.
Observa la radiografía con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.
Leche con avena sabor fresa plátano (236 ml), de Quaker Pepsi Co:
Azúcar:
26 gramos de azúcar añadida en poco menos de un vaso, lo cual equivale a 5 cucharadas cafeteras de azúcar.
Para niños mayores de 3 años, la Asociación Americana del Corazón establece que la cantidad de azúcar máxima tolerada es de 3 a 4 cucharadas cafeteras de azúcar.
Acorde con dicho criterio, un solo vaso de la leche propuesta por Quaker, cubre del 125% al 166.6% del azúcar máxima tolerada para un niño para todo el día.
El producto se presenta como una opción saludable al mostrar imágenes de frutas, cuando realmente los contenidos son leche, agua y azúcar. No contiene nada de fruta.
Estudios científicos han demostrado la directa asociación entre la ingesta de altas cantidades de azúcar y el impacto en la salud, aumentando el riesgo a padecer sobrepeso, obesidad y diabetes [ver Vasanti S Malik, et. al. «Intake of sugar-sweetened beverages and weight gain: a systematic review», descargar (PDF, 163 Kb)]. A través del alto consumo de azúcar, como las que contienen el presente producto, es un riesgo para la población más que ser una opción saludable.
Además, se ha observado que los altos consumos de azúcar provoca adicción, por lo cual, una vez que se convierte en hábito, es mucho más difícil dejarla de consumir [ver Carlo Colantuoni, et. al. «Evidence That Intermittent, Excessive Sugar Intake Causes Endogenous Opioid Dependence», descargar (PDF, 200 Kb)].
Sodio:
Contiene 160 miligramos de sodio.
Es frecuente que a los productos industrializados se les añada sodio para diluir el sabor tan dulce que tendrían por las cantidades tan elevadas de azúcar que contienen, pues, de lo contrario, el paladar difícilmente podría aceptar ingerir cantidades tan excesivas de azúcar.
El paladar es el primer mecanismo de defensa que detiene al organismo de introducir al cuerpo sustancias nocivas.
Ingredientes:
El segundo ingrediente es agua, siguiéndole azúcar.
Contiene también harina de avena de grano entero (4%).
Es importante resaltar que todas las harinas provienen de grano entero, sin embargo esto no es sinónimo de que sea harina integral.
De acuerdo con la norma oficial de cereales y sus productos, NOM-247-SSA1-2008 (depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/NOMcereales_12434.pdf), cuando el harina no es refinada se debe establecer como harina integral.
En este caso sólo se establece harina de avena de grano entero, pero no queda claro si es harina integral o harina refinada.
Por otro lado, contiene solamente sabor a fresa y plátano, y color rojo, mas no fruta como se muestra en el etiquetado frontal con imágenes de un plátano y una fresa.
El color utilizado es rojo allura o también llamado rojo 40, el cual como se ha demostrado tienen impacto en la conducta en niños induciendo hiperactividad y déficit de atención.
Etiquetado:
El etiquetado frontal tiene colores atractivos. El empaque es color rosa con azul con imágenes grandes de una rebanada de plátano y una fresa en el centro.
El título dice “Leche con avena”, luego en letras más chicas, “sabor” y en letras más grandes “Fresa Plátano”.
Todo el etiquetado frontal induce a creer que la leche contiene fruta y granos de avena, sin embargo esto es totalmente engañoso, ya que no contiene fruta en absoluto, sino sabor y tampoco contiene avena, sino harina.
En ningún lado del etiquetado se establece que contiene agua, siendo que es el segundo ingrediente.
La Norma Oficial de Etiquetado establece claramente que el etiquetado no debe inducir al error y debe ser clara (dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5137518&fecha=05/04/2010), por lo que los organismos del gobierno encargados de regular los etiquetados, no deben permitir a las industrias el engaño a los consumidores a través de este tipo de manejo de mensajes.
En la parte inferior derecha se encuentran las calorías en formato de GDA (etiquetado frontal propuesto por la industria sin base científica alguna).
Debajo de las calorías se encuentra el porcentaje que tiene un pequeño asterisco. Abajo, el asterisco establece que el % es basado en una dieta de 2,000 calorías. Pero la procedencia de las calorías es importante. Cuando las calorías provienen de un líquido, especialmente si dicho líquido es básicamente azúcar, metabólicamente afecta al organismo, pues la absorción suele ser más rápida, generando altos picos de insulina en sangre, que no es recomendable.
Además, se ha demostrado que al ingerir las calorías en forma líquida, el organismo no obtiene saciedad a diferencia de cuando es de forma masticada. Esto ha contribuido en gran medida a la fuerte epidemia de sobrepeso y obesidad que se vive hoy en día en México (www.insp.mx/epppo/blog/2720-refrescos-opcion-hidratacion-saludable.html). Es importante que los niños reciban calorías de una fuente nutritiva, de alimentos naturales y ricos en nutrientes.
Es frecuente que las madres de familias recurran a este tipo de productos por ser “prácticos”, sin embargo, lo hacen sin un conocimiento pleno de las consecuencias que se generan en la salud, a través de la ingesta de los mismos.
Se ha visto que las altas ingestas de azúcares, entre otros fuertes impactos metabólicos que promueven la producción de ácidos grasos, está asociada la obesidad, síndrome metabólico y diabetes (ver The truth about toxic sugar, del endocrinólogo Dr. Lustig, ncdalliance.org/sites/default/files/The%20toxic%20truth%20of%20sugar.pdf)
Valoración general:
No recomendado para consumo habitual por sus altos contenidos de azúcar.
Se puede consumir sólo de manera muy esporádica o se podría tomar como un tipo de postre.
Es importante que no se promueva su consumo en niños, ya que contiene rojo allura. Y en niños con síndrome de hiperactividad y déficit de atención evítese por completo.
Alternativa:
Licuado casero de plátano, fresa y avena.
Nota: es importante estar alerta a los productos que se anuncian como saludables, ya que son más peligrosos dado que creemos que estamos consumiendo algo saludable y resulta que en realidad no lo es, sólo son engaños publicitarios. De esta manera, los consumidores no logramos detectar que dichos productos son nocivos para la salud. Es importante tener cuidado especialmente con la población infantil o si hay alguna condición especial como diabetes o hipertensión. Los consumidores confiados en los etiquetados frontales y las leyendas más visibles frecuentemente hacemos caso a las promociones o a la información que más se resalta en los productos.