Radiografía de… Gerber Nutrilac Junior, sabor fresa
La información contenida en esta radiografía de producto, podría tener modificaciones debido a la reformulación que la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados realiza constantemente. Te sugerimos que verifiques la fecha de publicación de la radiografía.
• De las calorías totales que proporciona por porción (157 kcal), el 42% es pura azúcar.
• La fibra total por porción es de 0.32 gramos, esto quiere decir que lo que contiene el producto es sólo harina de trigo refinada.
• Contiene 25 ingredientes en total. El primero es harina refinada y el segundo es azúcar.
• Mejor prepara un licuado de fresa con algún cereal realmente integral (avena, amaranto, cebada, trigo).
2 septiembre 2013. Un solo vaso de Gerber Nutrilac Junior excede la cantidad de azúcar máxima tolerada para un niño; mucho más aún para un lactante de 12 meses.
Aunque en México tenemos la cultura de los licuados, jamás se añade tanta azúcar a un solo vaso, especialmente si es para un bebé.
Observa la radiografía con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.
Gerber Nutrilac Junior, sabor fresa (polvo para preparar bebida de fresa):
Azúcar:
Cada porción de 40 gramos —esto es para la preparación en un vaso de leche de 240 mililitros— contiene 16.3 de azúcar, lo que equivale a 3½ cucharadas cafeteras.
De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón la cantidad máxima tolerable de azúcar para un niño de 3 años no debe ser mayor de 3 a 4 cucharadas. Sin embargo, el mismo empaque de este producto sugiere su consumo a partir de los 12 meses.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (whqlibdoc.who.int/publications/La alimentación del lactante_.pdf) y la NOM-043 de Orientación Alimentaria (www.dof.gob.mx/NOM043_22/01/2013), en un menor de 2 años de edad se debe evitar el consumo de azúcar añadida .
Un solo vaso de Gerber Nutrilac Junior excede la cantidad de azúcar máxima tolerada para un niño; mucho más aún para un lactante de 12 meses.
De las calorías totales que proporciona la porción (157 kcal), el 42% es pura azúcar.
Durante el primer año de vida, el lactante inicia la formación de hábitos y preferencias alimentarias que serán difíciles de modificar posteriormente, por lo que repercutirán en la salud y nutrición futuras.
Por ello, la alimentación proporcionada durante los primeros años de vida —derecho de todas las personas, especialmente los niños— debe ser adecuada, sana y nutritiva como está establecido en el artículo 4º de la Constitución.
Este derecho no se cumple teniendo una alta disponibilidad a productos como el presente. El gobierno es quien debe regular este tipo de productos, especialmente si se ofrecen para lactantes.
Estudios científicos han comprobado que el alto consumo de azúcar se ha asociado a un mayor riesgo de padecer obesidad y diabetes (ajcn.nutrition.org/content/Intake of sugar_.pdf+html).
En la actualidad, la diabetes es una de las primeras causas de muerte en México (www.elpoderdelconsumidor.org/Medio millón de muertos por diabetes en sexenio de Calderón.pdf).
No es casualidad que México se haya convertido en uno de los países con mayor consumo de alimentos industrializados (www.eluniversal.com.mx/finanzas/México, de los países que más consume alimento procesado.html) y también en uno de los países que mayores problemas de salud tiene en la actualidad (www.huffingtonpost.com/2013/07/09/Mexico obesity_.html).
Además, se ha observado que los altos consumos de azúcar provocan adicción, por lo cual una vez que se convierte en hábito es mucho más difícil dejarla de consumir (www.saber.ula.ve/bitstream/Evidence intermittent_.pdf).
Es preocupante que la población tenga cada vez mayor acceso a este tipo de productos y que éstos se hayan convertido en parte de su ingesta cotidiana.
En México tenemos la cultura de los licuados, pero jamás se añade tanta azúcar a un solo vaso, especialmente si es para un bebé.
Fibra:
El total por porción es de 0.32 gramos, esto quiere decir que lo que contiene el producto es sólo harina de trigo refinada.
El consumo recomendado de fibra para un lactante es de 19 gramos al día (circ.ahajournals.org/Dietary Recommendations for Children and_.full.pdf+html).
Distribuido durante el día, el consumo durante un desayuno debería aportar al menos 5 gramos. En este caso, el producto se sugiere como un producto que ofrece propiedades importantes complementarias al desayuno, sin embargo no es el caso, ya que las cantidades de azúcar son altas, la cantidad de fibra es baja y la proporción de harina refinada es alta también (más del 50%).
Un aspecto importante de la fibra es que provenga de distintas fuentes como de granos enteros, frutas y verduras (www.who.int/dietphysicalactivity/publications/Recommendations for preventing excess weight gain and obesity.pdf).
También es importante mencionar es que la harina refinada tiene in índice glicémico (es decir, se absorbe) similar al del azúcar, precisamente porque la fibra ha sido removida, como observamos en el presente producto (ajcn.nutrition.org/content/International table of glycemic index_.pdf+html).
Sodio:
40 miligramos por paquete.
Sólo algunos productos industrializados están exentos de sodio.
La relación directa entre mayor consumo de sodio y valores elevados de presión arterial se demuestra en diversos estudios. La ingesta de sodio en la población ha incrementado considerablemente, ya que la dieta tradicional mesoamericana ha sido sustituida por lo que se le ha denominado la dieta occidental o alimentación basada en productos industrializados altos en azúcares, grasas y sal (hyper.ahajournals.org/content/Dietary Approaches to Prevent and Treat Hypertension.pdf+html).
Ingredientes:
Harina de trigo (53%), azúcar, leche entera de vaca en polvo (6%), concentrado de proteína de suero de leche de vaca, fresa en hojuelas (0.9%), aceite de soya, lecitina de soya, colorante natural de betabel, fosfato de calcio, saborizante natural de fresa, vitamina C, sal yodada, magnesio, hierro, niacina, zinc, colorante natural de annato, vitamina E, vitamina B6, cobre, vitamina B1, vitamina A, ácido fólico, vitamina D y vitamina B12.
El primer ingrediente es harina refinada y el segundo es azúcar.
Como podemos observar, este producto contiene 25 ingredientes en total.
De acuerdo con el investigador Michael Pollan, en su libro The Food Rules, cualquier producto que contenga más de 5 ingredientes no es recomendable.
Etiquetado:
En la parte frontal se observan 3 leyendas: una, con la palabra «Junior» en colores; otra, de mayor proporción, con la palabra «Nutrilac»; y, en letras más pequeñas, con la última leyenda “sabor a fresa”.
Debajo de las 3 leyendas hay un vaso con leche rosa y fresas enteras.
En la parte inferior izquierda hay un recuadro que establece que es «a partir de los 12 meses» o un año.
Hacía la izquierda del recuadro hay una pequeñita leyenda en forma vertical que dice “alimento a base de cereal de trigo, fortificado, para preparar una bebida sabor fresa”.
Esta leyenda es un tanto engañosa, ya que todas las harinas están elaboradas a base del cereal correspondiente, en este caso, trigo. Pero realmente es alimento a base de harina de trigo.
Posteriormente se establece que está fortificado, sin embargo realmente debería decir recostituido, ya que a la harina refinada se le extraen los elementos más importantes y nutritivos del grano, por lo que se tiene que reconstituir para poder ser un producto con algo de nutrientes.
El etiquetado de la parte de atrás contiene la información nutrimental y varias leyendas con recomendaciones. Todo con muchos colores, muy atractivo. Pero la lista de ingredientes es poco visible y en letras muy pequeñas.
Las leyendas son las siguientes: “ES BUENO SABER QUE NUTRILAC contiene nutrimentos que requiere tu pequeño para ayudarlo a alcanzar un adecuado desarrollo. Las vitaminas y minerales como hierro y zinc que ayudan a su desarrollo y crecimiento. Proteínas y calcio provenientes de la leche que contribuyen a la formación de dientes y huesos fuertes. Hidratos de carbono fuente de energía provenientes del cereal de trigo”.
Esto es totalmente engañoso, ya que es correcto que las vitaminas, minerales y otros nutrientes ayudan al desarrollo y crecimiento, sin embargo la recomendación es que provengan de alimentos naturales.
Otra leyenda dice: “RECUERDA QUE NUTRILAC fue diseñado especialmente para tu pequeño de 1 a 4 años, ya que contiene la fortificación adecuada para su edad. Dale su Nutrilac todos los días por la mañana o por la noche”.
Esta recomendación es grave, ya que el recomendar un producto para un lactante de 12 meses hasta los 4 años con cantidades tan elevadas de azúcar, es de alto riesgo.
Como se mencionó previamente, existe una directa asociación entre el alto consumo de azúcar y padecimientos como obesidad y diabetes. Si a un niño se le proporciona una bebida preparada con este producto, su riesgo a padecer diabetes incrementa considerablemente, mucho más aún el de padecer obesidad.
Es importante NO se induzca a las madres de familia, padres de familia y a la población a proporcionar este tipo de productos a sus bebés, ya que es un producto que tendrá fuertes impactos en la salud del lactante.
Actualmente, en el mundo se vive una fuerte epidemia de sobrepeso y obesidad, así como otras enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares).
Muchas mujeres creemos la información que se proporcionan en los productos para nuestros hijos, porque en los mensajes se mezclan mentiras con verdades: verdades muy populares que permiten que la madre se identifique con la información y mentiras muy técnicas que son incomprensibles y que requieren de mucho tiempo de investigación para desvelarlas.
Estas etiquetas son peligrosas, ya que inducen a las madres y padres de familia a creer que el producto que están adquiriendo es de excelente calidad y que va a ayudar a su hijo a tener un mejor crecimiento, pero esto es totalmente equivocado.
Otros ejemplos de su publicidad engañosa que utilizan a través de internet, donde inclusive dan consejos de nutrición a las madres de familia, haciendo creer que los productos que manejan son recomendables (www.mibebesano.com.mx/Productos/Nutrilac.aspx).
El gobierno no debe permitir a la industria el engaño publicitario a través de este tipo de mensajes.
Lo más relevante en el producto son sus altos contenidos de azúcar y su publicidad engañosa, especialmente por la edad que ellos mismos recomiendan para su consumo.
Cabe recordar que la Norma Oficial de Etiquetado establece claramente que el etiquetado no debe inducir al error y debe ser clara (www.dof.gob.mx/nota_detalle/NOM051_05/04/2010.html).
Asimismo, existe el código internacional de comercialización para sucedáneos de la leche materna, dónde se establece claramente que ningún tipo de publicidad debe dirigirse a los lactantes o utilizar imágenes de bebés. Una de las clausulas que establece este código es: “No deben ser objeto de publicidad ni de ninguna otra forma de promoción destinada al público en general los productos comprendidos en las disposiciones del presente Código”.
El gobierno mexicano firmó un acuerdo en dónde se establece el código se debe respetar, de forma voluntaria. La industria debería respetar este acuerdo voluntario.
La publicidad de este producto constituye una clara violación al Código Internacional de Comercialización Sucedáneos de la Leche Materna. Los alimentos que son destinados para lactantes y niños pequeños están considerados dentro de este código.
Los niños, particularmente durante el primer año de vida, constituyen una población muy vulnerable, pues su alimentación depende totalmente de la decisión de los adultos, quienes son influenciados por los profesionales de la salud, los medios de comunicación masivos y la industria procesadora de alimentos para niños lactantes.
Los sabores aprendidos durante esta etapa de la vida, hablando de sabores dulces o salados, perduran para el resto de la vida y pueden ser factores de riesgo para enfermedades como la obesidad, diabetes e hipertensión arterial y otras enfermedades crónicas.
La publicidad ha influido fuertemente en los hábitos de alimentación de la población, especialmente los niños.
La publicidad que se dirige, tanto a las madres como a los niños, es agresiva e inductiva, ganándose la confianza de las familias (http://www.mibebesano.com.mx/revista/video/Todo lo que debes saber sobre_.aspx).
El tipo de información que utiliza la industria de alimentos y bebidas en los etiquetados frontales desorienta a los consumidores en lugar de orientarlos.
La industria no siempre resalta los mismos nutrientes o utiliza la misma información: adecúan qué tipo de información destacar, dependiendo del tipo de producto.
El etiquetado es la única orientación que el consumidor realmente tiene para conocer cuál es la calidad nutricia de los productos industrializados.
Por ello, es importante que el etiquetado no induzca al error, puesto que está claramente establecido en la Norma Oficial Mexicana de Etiquetado, NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que la información no debe inducir a error y debe ser clara (www.dof.gob.mx/nota_detalle/NOM051_05/04/2010.html).
La el engaño publicitario de estos productos no sólo es en el etiquetado mismo, también sus comerciales son engañosos (www.mibebesano.com.mx/productos/comerciales/video/Descubre todo lo que necesitas saber_).
Valoración general:
No recomendado para su consumo habitual.
Se puede utilizar como postre en escolares, pero no en pre-escolares.
De preferencia, no consumir por sus altas cantidades de azúcar.
Alternativa:
Licuado de fresa con algún cereal realmente integral (avena, amaranto, cebada, el grano de trigo); puede ser de cualquier fruta y cereal que se tengan disponibles.
No olvidemos que la obesidad es una enfermedad y además es una epidemia, es decir, existe “algo” en el ambiente que está enfermando a la gente. A este ambiente se le ha llamado ambiente obesigénico.
A diferencia de otras epidemias que se han presentado en la historia, entre lo que nos está enfermando es el consumo de productos ultra industrializados o a lo que se le ha denominado la “dieta occidental”. Ésta consiste en el alto consumo de productos con concentraciones elevadas de azúcar, grasa, sal, harinas refinadas y bajos en fibra.
La obesidad no es una cuestión de “decisión personal”, ya que existe un fuerte engaño con referencia a la calidad de los productos que consumimos (Lustig, 2010. www.youtube.com/The Fructose Epidemic).