A nueve años de la entrada del servicio de Mexibús continúan las deficiencias en su operación
- Tras un recorrido sobre el área de afluencia del sistema BRT se detectaron riesgos para la salud de los usuarios, así como para la calidad del aire.
- Hacemos un llamado urgente para que se finalice la construcción de la L4 del Mexibús.
- Necesario corregir las fallas con las que actualmente opera la L1 del Mexibús para recuperar la calidad del servicio.
9 octubre, 2019. Tras haber cumplido nueve años de operaciones la línea del Mexibús L1, en el Estado de México, y llevar más de cinco años en la construcción de Mexibús L4, el equipo técnico de Transporte, Calidad del Aire y Seguridad Vehicular de El Poder del Consumidor, en compañía de especialistas de Movilidad, Espacio Público y Arquitectura del Paisaje del Laboratorio de Movilidad e Infraestructura Verde de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como miembros de las organizaciones Transita Seguro México y FOTCA, realizaron un recorrido en el municipio de Ecatepec de Morelos para evaluar su impacto con otros sistemas de transporte masivo, la recuperación de espacio público y la mejora urbana, así como analizar la calidad del servicio del transporte público y del aire.
Impactos por el largo periodo de construcción de Mexibús L4
En mayo del 2017 se dio el inicio a un servicio “de prueba” de la Línea 4 de Mexibús, que va de Indios Verdes a la Estación Puente de Fierro de Mexibús L2.
En ese mismo mes, El Poder del Consumidor señaló grandes fallas que demeritan el servicio en el Estado de México, tales como estaciones que cuentan únicamente con cimientos, carencias en cuestiones de accesibilidad, ausencia de señalamientos de tránsito en favor de peatones y fallas técnicas en la infraestructura, mismas que a la fecha prevalecen.
El diagnóstico de los especialistas reporta que los atrasos en la construcción de Mexibús L4 han dado pie a la generación innecesaria de cerca de 25 mil toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.
Víctor Alvarado, coordinador de la Campaña de Movilidad y Cambio Climático de El Poder del Consumidor, señaló: “En el caso del Estado de México hay que señalar los atributos de un sistema estructurado, como lo es un BRT, ya que este permite la sustitución de hasta cinco microbuses, valor que representa la reducción de monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) y material particulado (PM) en un 99.7%, 88.9% y 90.9%. No obstante, bajo la operación actual de vehículos de transporte de pasajeros que operan sobre la Vía Morelos, la exposición a los contaminantes citados puede provocar la reducción del flujo de oxígeno en la sangre, daño pulmonar y bronquitis en los habitantes mexiquenses”.
En ese sentido, la especialista en calidad del aire del Laboratorio de Movilidad de la UNAM, Samanta Salazar, recordó que se estima que anualmente más de 100 mil personas mueren de manera prematura por la emisión de PM 2.5. La población más afectada es aquella que contribuye de menor manera a su generación. El acceso a un entorno favorable y con buena calidad del aire no debe ser un derecho para un segmento de la población, sino para todos los ciudadanos.
Claroscuros en la operación de Mexibús L1
La primera línea de BRT ha logrado tener un sistema estructurador que permite incrementar la competitividad de sus usuarios al reducir sus tiempos de viaje de un 35% a un 50% de lo que invertían cotidianamente. Además, hace más eficiente, confiable y seguro al sistema de transporte, mientras que reduce de manera significativa la cantidad de emisiones de contaminantes a la atmósfera, que se estima puede llegar a ser de 20 mil toneladas anuales de CO2.
Lo anterior fue el resultado del retiro de 42 rutas de transporte sobre la Av. Central, que ofertaban el servicio con predominio de vagonetas y autobuses carentes de tecnologías amigables con el medio ambiente.
Sin embargo, siguen sin solucionarse problemas como el servicio alterno que se da en vagonetas en la Colonia Jardines de Morelos —donde se ubica una de las estaciones de mayor demanda de Mexibús L1— este servicio puede ser cubierto perfectamente por el Mexibús L1, aprovechando todas las virtudes de este tipo de transporte.
Con la situación actual, los usuarios deben cubrir una cuota de $17 pesos en vehículos tipo Van, adaptadas para que puedan viajar hasta 22 pasajeros, o autobuses con capacidad para 90 personas, con frecuencias de salida en horas pico de cada 8 minutos o hasta 20 minutos en horas de baja demanda.
En ese sentido, sobre el tema de seguridad vehicular a la cual se ven expuesto los usuarios, el coordinador de la Campaña de Seguridad Vehicular de El Poder del Consumidor, Stephan Brodziak, señalo: “Estos servicios se ofertan con vehículos adaptados que carecen de estándares de seguridad mínima y no están sujetos a pruebas de impacto lateral y frontal, lo cual aumenta el riesgo de lesiones de vida en caso de un siniestro vial”. Además, hizo un llamado a la Secretaría de Movilidad y al gobierno Mexiquense para que coordine una inspección a estos servicios.
Por su parte, el director de Transita Seguro México, Maytonce García, apuntó: “Es imposible entender por qué el gobierno del Estado de México pierde la oportunidad de empezar a administrar un sistema de transporte estructurado como lo es el Mexibús, donde el servicio, comodidad y sobre todo el reflejar una tarifa justa al usuario sean una bandera de bienestar social para los miles de usuarios de la red, quienes, sin ser rehenes del capricho de las empresas (establecidas y piratas), puedan llegar a sus destinos”.
Obsolescencia en la integración tarifaria es sinónimo de corrupción
A la fecha, los cuatro servicios de Mexibús y el Mexicable carecen de una tarjeta única de cobro, lo que hace complicado adquirir una tarjeta nueva en cada una de las estaciones, ya que sólo se llegan a encontrar en algunas terminales.
Lo anterior hace que los usuarios pierdan hasta 18 minutos tratando de acceder al uso del servicio, siendo la alternativa acudir a la reventa del pasaje.
Además, se ha detectado que en la Terminal de Ciudad Azteca existen cuatro personas junto con personal de vigilancia que cobran la tarifa del servicio, es decir, $7 pesos, para dejar pasar a 4 personas con un solo cobro.
Como consecuencia de esta situación, en el primer cuatrimestre del 2019 el Mexibús L1 ha tenido una pérdida promedio de usuarios del 7%, siendo que la experiencia en otros BRT demuestra que este tipo de sistemas tienden a tener una alza en su demanda.
Tras exponer lo anterior, se hace un llamado enérgico a las autoridades del Estado de México para comprometerse a concluir a la brevedad la construcción del Mexibús L4 y recuperar la calidad del servicio que logró en los primeros años del Mexibús L1. De no lograrse, el servicio hoy ofertado continuará demeritándose, lo cual pone un freno a mediano plazo a más obras de este tipo, que contribuyen a la reducción de emisiones que exige la crisis climática actual.
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