Industria de bebidas azucaradas uno de los mayores atentados a la salud de los mexicanos
- El consumo de bebidas azucaradas provoca la muerte de alrededor de 40 mil personas al año en México.
- Diversos estudios han relacionado el consumo de edulcorantes no calóricos con enfermedades del corazón y la ganancia de peso, así como con posibles efectos en la respuesta de la glucosa en sangre y la disminución en la sensibilidad de la insulina.
26 mayo, 2020. En respuesta al desplegado publicado el día de hoy por parte de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), las organizaciones que confirmamos la Alianza por la Salud Alimentaria —de la que somos parte— recordamos que son este tipo de bebidas y la comida chatarra una de las causas centrales de las epidemias de obesidad y diabetes que enfrenta nuestro país y que nos han vuelto aún más vulnerables ante la pandemia de COVID-19.
Las declaraciones realizadas por la ANPRAC corresponden a una estrategia de maquillaje para hacerse pasar por industrias preocupadas por la salud de los mexicanos en un momento en que se ha demostrado, una vez más, el grave daño que han generado en la población mexicana.
No sólo tienen una gran responsabilidad en las epidemias de obesidad y diabetes, la tienen claramente en el debilitamiento del sistema inmunológico frente al COVID-19.
Si la ANPRAC tuviera preocupación por la salud de la población mexicana no se opondría, como lo ha hecho, a las recomendaciones de políticas públicas para combatir la obesidad presentadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el etiquetado frontal de advertencia, la regulación de alimentos y bebidas en las escuelas, y su publicidad dirigida a la infancia.
Ningún producto, alimento o bebida, tiene por sí mismo el impacto en salud que tienen las bebidas azucaradas.
Es importante destacar que el consumo de bebidas azucaradas provoca la muerte de alrededor de 40 mil personas al año, de acuerdo con el estudio publicado en 2019 por la revista International Journal of Obesity.
De un total de 40 mil 842 muertes relacionadas por el consumo de bebidas azucaradas, 23 mil 433 (57%) son a causa de la diabetes, representando el 35.6% de todas las muertes por diabetes en México, 13 mil 517 (33%) son causadas por enfermedades cardiovasculares, que corresponden al 12.7% de todas las muertes por esta causa, y 144 (-1%) fueron ocasionadas por diferentes tipos de cáncer asociados a la obesidad.
Por otro lado, la industria de bebidas asegura que el 55% de sus productos son bajos/o sin calorías y tener un compromiso para el 2024 de una reducción adicional del 20%, sin embargo lo que no dice es que una de las estrategias que ha seguido para sustituir los azúcares en sus productos, es el uso de edulcorantes no calóricos.
Diversos estudios han relacionado el consumo de edulcorantes no calóricos con enfermedades del corazón y la ganancia de peso, así como con posibles efectos en la respuesta de la glucosa en sangre y la disminución en la sensibilidad de la insulina.
Asimismo, diversos organismos y asociaciones, nacionales e internacionales, recomiendan que los niños no consuman edulcorantes no calóricos debido a que la exposición temprana y repetida al sabor dulce que proporcionan los edulcorantes no calóricos puede impactar sobre el desarrollo de preferencias por los alimentos dulces a edades tempranas y condicionar los hábitos de alimentación a lo largo de la vida.
Además, los niños son particularmente vulnerables al consumo de este tipo de edulcorantes por su menor peso y tamaño corporal, así como por la alta exposición que tienen al consumo de bebidas con edulcorantes no calóricos, ya que 60% de las bebidas dirigidas a niños contienen edulcorantes.
En consecuencia, las niñas y los niños son los más expuestos a posibles consecuencias negativas del consumo de edulcorantes no calóricos.
En medio de la pandemia por COVID-19 y en donde los mexicanos tienen uno de los mayores consumos de refrescos a nivel mundial, es fundamental que la población esté informada sobre los daños que ocasiona a la salud el consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra, y que, por otro lado, puedan contar con acceso a agua potable para beber y a una alimentación basada en alimentos frescos.
Asimismo, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) han hecho recomendaciones para asegurar una alimentación saludable desde el inicio del ciclo de vida, pues esto ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, así como enfermedades vinculadas a ellos, como la diabetes y las cardiopatías.
Por lo anterior es fundamental señalar que la salud de los mexicanos se verá beneficiada con la reducción del consumo de bebidas endulzadas y comida chatarra, no sólo para reducir las epidemias de sobrepeso y obesidad, también para fortalecer el sistema inmunológico.
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Referencias enfermedades y muertes ocasionadas por el consumo de bebidas azucaradas:
• Braverman-Bronstein A, Camacho-García-Formentí D, Zepeda-Tello R, Cudhea F, Singh M, Dariush Mozaffarian D, Barrientos-Gutierrez T. Mortality attributable to sugar sweetened beverages consumption in Mexico: an update. International Journal of Obesity. 2019.
• Malik VS, Popkin BM, Bray GA, Despres JP, Hu FB. Sugar-sweetened beverages, obesity, type 2 diabetes mellitus, and cardiovascular disease risk. Circulation. 2010; 121:1356–64.
• Singh GM, Micha R, Khatibzadeh S, Lim S, Ezzati M, Mozaffarian D, et al. Estimated global, regional, and national disease burdens related to sugar-sweetened beverage consumption in 2010. Circulation. 2015; 132:639–66.
• Hu FB, Malik VS. Sugar-sweetened beverages and risk of obesity and type 2 diabetes: epidemiologic evidence. Physiol Behav. 2010; 100:47–54.
• Imamura F, O’Connor L, Ye Z, Mursu J, Hayashino Y, Bhupathiraju SN, et al. Consumption of sugar sweetened beverages, artificially sweetened beverages, and fruit juice and incidence of type 2 diabetes: systematic review, meta-analysis, and estimation of population attributable fraction. Brit Med J. 2015; 351:h3576.
• Xi B, Huang Y, Reilly KH, Li S, Zheng R, Barrio-Lopez MT, et al. Sugar-sweetened beverages and risk of hypertension and CVD: a dose-response meta-analysis. Br J Nutr. 2015; 113:709–17.
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