Pedimos a Concamin ética y no aprovecharse de la pandemia de COVID-19 y agudizar la epidemia de obesidad y diabetes
- Las emergencias epidemiológicas de obesidad y diabetes que vivimos en México, principalmente, por alto consumo de ultraprocesados, son campo fértil para la pandemia de COVID-19.
18 marzo, 2020. La Alianza por la Salud Alimentaria —de la que somos parte— pide a la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin) no sacar provecho de la emergencia que se vive en el país por la pandemia de COVID-19, solicitando al gobierno posponer tres años el etiquetado de advertencia por los efectos económicos que desencadenaría.
Concamin con esta acción mira por sus intereses económicos y propone poner un alto al proceso de una política urgente para enfrentar las declaradas epidemias de obesidad y diabetes que vive el país y a las que se suma la pandemia de COVID-19.
La pandemia de COVID-19 llega a México frente a una población altamente vulnerable por las consecuencias, principalmente, de una mala alimentación, que se traduce en que más del 73% de la población sufre sobrepeso u obesidad, más del 10% de la población adulta padece diabetes, y más de la mitad hipertensión.
La demanda de Concamin muestra una vez más cómo su actuar está determinado únicamente por sus intereses económicos por encima de las situaciones de emergencia que vive el país, desde las declaraciones de emergencias epidemiológicas por obesidad y diabetes de 2016, y ahora frente a la pandemia de COVID-19.
No se puede retrasar la entrada en vigor del etiquetado de advertencia, el cual ha mostrado ser una de las medidas más efectivas para reducir el consumo de bebidas y alimentos no saludables, para mejorar la alimentación de la población y, junto con otras políticas de salud pública son fundamentales para enfrentar las epidemias de obesidad y diabetes que nos vuelven profundamente vulnerables también a enfermedades infecciosas como el COVID-19.
Concamin actúa bajo instrucciones de la gran industria de bebidas y comida chatarra, con el fin de bloquear las políticas que están dirigidas a mejorar la alimentación de la población en un país que presenta el mayor consumo de estos productos ultraprocesados en América Latina y que la propia Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) relaciona con la epidemia de obesidad y diabetes que vivimos.
La población mexicana tiene un alto riesgo frente al COVID-19 por la alta presencia de enfermedades crónicas en su población adulta, provocadas principalmente por el alto consumo de bebidas azucaradas y comida ultraprocesada. Las enfermedades transmisibles encuentran un terreno fértil en las poblaciones con enfermedades crónicas como la mexicana.
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